El fenómeno de "El Niño", ocasionado por el calentamiento de las aguas del Pacífico y el aumento de las temperaturas, puso a Colombia en alerta por la escasez de agua y el riesgo de incendios, y ya comenzó a afectar a la agricultura. "El Niño se ha manifestado con lluvias muy escasas en las regiones Caribe y Andina (donde vive el 75 por ciento de la población colombiana), un aumento en los incendios forestales y oleadas de calor", dijo hoy a la Agencia EFE el jefe de pronósticos y alertas del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), Humberto González.
Un informe del Ideam señala que "El Niño" surgió en mayo pasado por un calentamiento del Océano Pacífico tropical y en junio ya habían aumentado cerca de medio grado sus aguas. Según el Ideam, ríos como el Magdalena y el Cauca, de gran caudal, están en descenso, motivo por el que se alertó a los sectores productivos porque el fenómeno puede aumentar en los próximos meses. "No se van a eliminar las precipitaciones pero van a ser muy deficitarias en la segunda temporada de lluvia (octubre, noviembre y diciembre)", explicó González.
El subgerente técnico y administrativo de la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales y Leguminosas (Fenalce), Carlos Molina Gómez, explicó a Efe que "la falta de lluvia combinado con las altas temperaturas producen un efecto terrible para la agricultura". "Normalmente septiembre es el mes de las siembras; hay gente que ha sembrado y ha perdido el cultivo y otros que no han sembrado. De seguir el clima como está van a disminuir radicalmente las áreas de siembra", agregó Molina.
Aunque aún no se han contabilizado las pérdidas en la producción agrícola, Molina aseguró que respecto al primer semestre los rendimientos han caído entre un 15 y 20 por ciento en algunas regiones. "Lo que sí sabemos es que están retrasadas las siembras y eso puede que afecte al área total para sembrar en el segundo semestre", añadió.
Las regiones más afectadas son Valle del Cauca (suroeste), Tolima (centro), Huila (sur), las zonas frías de Nariño (suroeste), Cundinamarca (centro) y Boyacá (noreste). En ciudades cálidas como Cúcuta (noreste), Riohacha (norte) y Valledupar (norte) las temperaturas alcanzaron en septiembre los 40 grados, mientras en urbes templadas como Medellín (noroeste), Pereira (este) y Cali (suroeste) superaron los 30, lo que supone un incremento de dos y tres grados sobre la temperatura habitual.
El descenso de las precipitaciones unido a las altas temperaturas propiciaron un déficit de la humedad en los suelos y la cobertura vegetal, lo que encendió la alarma ante eventuales incendios forestales en los departamentos de Valle del Cauca, Tolima, Santander y Cundinamarca.
Desde que comenzó el fenómeno hasta lo que va de septiembre, se reportaron emergencias por incendios forestales en 160 municipios de 24 departamentos, según la Dirección de Gestión de Riesgo. En el Huila se quemaron 6.088 hectáreas; en Tolima, 3.535; en Valle del Cauca, 2.780, y en Cundinamarca, 1.155.
El Ideam alertó en agosto de que Colombia está siendo uno de los países de América Latina más afectados por el cambio climático ya que está ubicada en una zona de influencia directa del calentamiento de las aguas del Pacífico. Según este Instituto, fenómenos como El Niño y La Niña "se están volviendo periódicos cuando antes no lo eran" en Colombia, donde se prevé que El Niño siga presente hasta concluido el primer trimestre de 2010.
(EFE / Planeta Azul, 01/10/2009)