El Desarrollo Sostenible debe integrar acciones dirigidas a mejorar problemáticas ambientales, económico-tecnológicas y sociales y mantener la continuidad de estas acciones. No existe posibilidad alguna de sostenibilidad en el desarrollo global sin una contribución importante del sector Construcción, con edificios que sean mas sustentables que los actuales, o de los sectores Agricultura, Transporte, etc. con sistemas que sean mas sustentables que los actuales. El concepto de sustentabilidad atraviesa todas las actividades humanas, debemos tender a una sociedad sustentable.
Si el Desarrollo Sostenible debe integrar con igual grado de oportunidad acciones dirigidas a mejorar problemáticas ambientales, económico-tecnológicas y sociales y mantener la continuidad de estas acciones en el mediano y largo plazo, y simultáneamente, no existe posibilidad alguna de sostenibilidad en el desarrollo global sin una contribución importante del sector Construcción, con edificios que sean mas sustentables que los actuales, o del sector Agricultura, con sistemas productivos que sean mas sustentables que los actuales o del sector Transporte, con sistemas de transporte que sean mas sustentables que los actuales, y así sucesivamente, etc, etc. nos hallamos ante un fárrago multidireccional de posibilidades e iniciativas que complejizan y enriquecen cualquier abordaje que se haga de este enunciado y cualesquiera sea la disciplina en la que se lo quiera aplicar.
Reiteramos entonces, que la complejidad y la multidireccionalidad de todo esto no es patrimonio de ningún sector (por ej, solo de la Arquitectura), sino que similar panorama se presenta ante el abordaje de una mayor sustentabilidad en cada una de las disciplinas en que intentemos analizarlo. Además, y ello es esencial, el concepto de sostenibilidad o sustentabilidad es relativo y solo vale, dentro de esa relatividad, cuando comparamos lo que se propone con lo que existe, lo que sería o se pretende que algo sea, con lo que hoy es (con el estado de situación y de CONOCIMIENTO actual).
Verificando esta realidad en el campo de la agricultura, el Dr. Humberto Tommasino(*) utilizó el término "paraguas de la sostenibilidad" para albergar en sentido metafórico, toda iniciativa tendiente a lograr ese objetivo relativo. Los mismos términos, con iguales intenciones, pueden ser utilizados y aplicados en el campo de la Arquitectura y la Construcción.
Mas aún, al primitivo triángulo que interconectaba lo ambiental, lo económico y lo social para delimitar el campo de las acciones para una mejor sostenibilidad, hay que integrarlo hoy en día con lo ético-político. Sin esta integración, cualquier propuesta es falaz, además de utópica. El concepto de sustentabilidad atraviesa todas las actividades humanas, debemos tender a una sociedad sustentable.
En su intento de diferenciación e identificación, cada iniciativa o área de actividad que tiene el objetivo de mejorar la sustentabilidad actual de los edificios, puede mostrarse como:
• Arquitectura Sustentable o Sostenible
• Arquitectura Bioambiental
• Arquitectura Bioclimática
• Arquitectura Solar
• Eco-Arquitectura
• Arquitectura Natural
• Arquitectura Verde
• Green Building
• de Alta Calidad Ambiental
• de Alta Eficiencia Energética
• Edificios Inteligentes
• Con Aplicación de Energías Renovables
• Con Aplicación de Tecnologías Apropiadas
• Con Análisis del Ciclo de Vida de Materiales y Sistemas
• Con Nuevos Materiales
• Con Materiales Reciclados o Reciclables
• Con Gestión Eficiente de Recursos (agua, energía, residuos)
• Con Gestión Participativa
• Autoconstrucción Sustentable
• Eco-villas
• Etc., etc
Ante la maraña de iniciativas y etiquetados cuesta precisar, en algunos casos, cual es la diferencia que puede existir en el abordaje de esta temática entre una definición u otra; pero no todo es lo mismo en esta larga e incompleta lista y así podemos confirmar la existencia de un continuo conceptual variable entre posturas que se apoyan más en la investigación científica (por ejemplo) frente a otras que valorizan la ejecución práctica (algo así como con las manos en la masa) o entre las que abordan aspectos parciales (la eficiencia energética) hasta las que plantean un abordaje mas integrador.
Sin embargo, es posible identificar cuales son los opuestos de este largo listado de opciones y así llegamos a determinar que hay posiciones que nacen y se valorizan en el "mercado", que aspiran a ser una "marca", que proponen soluciones exclusivas y por ende elitistas y que se apoyan firmemente en recursos tecnológicos (a veces sofisticados). Sus promotores suelen ser muy activos, ejercen una tarea de Marketing eficaz y su objetivo es lograr una porción del Mercado Inmobiliario dirigido a los sectores de mayor poder adquisitivo con sensibilidad ambiental. En este grupo podemos encontrar a algunas de las soluciones llamadas Edificios Verdes, Green Buildings, Edificios Inteligentes o de Alta Calidad Ambiental, etc.
En el opuesto se hallan propuestas de construcción dirigidas a sectores sociales de escaso nivel económico y fuerte conciencia ecológica, utilizando tecnologías muy simples (rescatadas con frecuencia de los sistemas constructivos tradicionales, con utilización de materiales y saberes locales) que se orientan hacia el mejoramiento de las condiciones de hábitat, que se mueven por fuera del mercado o en su periferia y que tienen un muy bajo perfil. Hay ejemplos de este accionar entre los que practican la Eco-Arquitectura o Arquitectura Natural, los que realizan Gestión Participativa o Autoconstrucción Sustentable, Ecovillas, etc. aunque también bajo estos rótulos se etiquetan soluciones no comprometidas con la sustentabilidad en un sentido más amplio.
Podría decirse que esta polaridad representa la brecha entre los sectores mas favorecidos y los menos favorecidos, pero en realidad la desigualdad social es mas amplia todavía y se extiende hacia ambos lados de estas propuestas, aunque es mayor esa extensión hacia los sectores sin recursos. Entre ambos opuestos se hallan los sectores sociales denominados "medios" que en Latinoamérica suelen ser relativamente numerosos en el interior de las ciudades de mayor importancia.
Esta dicotomía tiene su correlato en las decisiones personales que cada profesional asume para poner sus conocimientos al servicio de un sector, de acuerdo a su realidad, su ideología, escala de valores, etc. y también tiene un correlato en la manera en que se debe de enseñar la arquitectura, y en lo Institucional cuando de orientar campos de acción se trata, tanto para Instituciones Privadas (Cámaras, ONGs, Medios, etc.) o Públicas (Facultades, Institutos de Vivienda, Bancos de Desarrollo o Fomento, etc.).
En definitiva es cuando la variable ético-política interviene y que impulsa para que el Estado actúe en la ayuda solidaria, cuando se trata de mejorar la "sustentabilidad" de los sectores sociales de menores recursos económicos, o de establecer normativas o legislación que si bien alcanzará solo a una parte de la población, son imprescindibles al momento de definir el rumbo a tomar. Desde nuestra disciplina, y desde la academia, podemos incidir en este aspecto, elaborando junto a la población objetivo, herramientas que le permitan demandar a los organismos competentes las decisiones y acciones necesarias.
Bajo el gran Paraguas de la Sustentabilidad podemos caber todos, pero en donde nos ubiquemos cada uno, como se oriente la enseñanza de la Arquitectura, hacia donde se dirijan las instituciones en su accionar cotidiano y cual ha de ser el rol del Estado para achicar las diferencias y fomentar las acciones positivas, es lo que terminará definiendo una posición colectiva en este tema, posición que estará, sin dudas, sometida a un permanente debate.
(EcoPortal*, 01/10/2009)
*Arqtos. Graciela Pedemonte y Eduardo Yarke - Arquitectura Sustentable
(*) Dr. Humberto Tommasino: "Sustentabilidad rural: desacuerdos y controversias" cap V de "¿Sustentabilidad? Desacuerdos sobre el desarrollo sustentable" Foladori et al.