Este documento resume la información científica disponible para justificar de qué manera estas áreas cumplen los criterios ecológicos y biológicos de áreas marinas significativas. El estudio también discute las cuestiones que se presentan como resultado de las circunstancias únicas que se dan en estas zonas de aguas internacionales del Mediterráneo.
Greenpeace ha presentado hoy (30/09) ante el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD en sus siglas en iglés), reunido en Otawa (Canada), diversas evidencias que avalan la importancia de protección de seis áreas marinas, que comprenden el sur de las Islas Baleares, el canal de Sicilia y otras cuatro zonas situadas en el Pacífico central y oeste.
La CBD permanecerá reunida esta semana en la ciudad canadiense, donde expertos de todo el mundo identificarán áreas marinas fuera de la jurisdicción nacional con necesidad de protección.
El informe presentado por la organización ecologista(1), demuestra la riqueza de las aguas del sur de las Islas Baleares para ser declaradas como un santuario, especialmente por ser el lugar de desove de diferentes túnidos. Este documento resume la información científica disponible para justificar de qué manera estas áreas cumplen los criterios ecológicos y biológicos de áreas marinas significativas. El estudio también discute las cuestiones que se presentan como resultado de las circunstancias únicas que se dan en estas zonas de aguas internacionales del Mediterráneo.
El trabajo evalúa, asimismo, siete criterios propuestos por la CBD que demuestran su singularidad. En el sur de las islas Baleares se pueden encontrar praderas de maërl, corales de profundidad, cachalotes, rorcuales comunes, delfines mulares, tortugas bobas e incluso especies de aves protegidas como la pardela balear. Además, en estas aguas se reproduce el atún rojo (Thunnus thynnus), el atún blanco, la melva, la llampuga e incluso el pez espada.
“Todas estas características convierten a las aguas del sur de Baleares en un punto caliente de productividad y biodiversidad del Mediterráneo, por lo que deberían de declararse de manera inmediata como santuario de túnidos para proteger esta zona de desove y favorecer así la recuperación de los stocks”, ha declarado Celia Ojeda responsable de océanos de Greenpeace.
Este verano Greenpeace pidió en Palma de Mallorca la urgente protección de estas aguas y la declaración de un santuario de atún rojo en aguas de Baleares (2). Esta propuesta de santuario se apoya en un informe científico que ha estudiado las áreas de desove de esta especie (3) y en los informes que hoy se están presentando ante la CBD.
El Gobierno regional de Baleares, la consejería de Medi Ambient, las ONG, la IUCN, los pescadores locales e incluso la mayor compañía comercial de atún rojo, Mitsubishi (4), apoyan la propuesta de creación de este santuario. “Sin embargo, el Gobierno sigue sin actuar para proteger estas aguas a pesar de estar obligado por la por la Unión Europea através de la Regulación Mediterránea (5) a declarar Reservas Marinas que protejan las áreas de desove y de cría de especies en peligro y las aguas internacionales. Los Gobiernos europeos no tienen excusa, ahora tienen no sólo la herramienta sino la obligación moral de proteger los mares y océanos”, ha finalizado Ojeda.
La organización ecologista pide la declaración de una red global de Reservas Marinas que abarque el 40% de los océanos como medida esencial para protegerlos de los impactos del cambio climático, recuperar la salud de los stocks pesqueros y proteger la vida marina de la destrucción y el colapso.
(Greenpeace / Ecoticias.com, 30/09/2009)