"La sedimentación de los ríos y humedales como consecuencia de la sistemática deforestación que se ha dado en el último medio siglo, ha contribuido a la erosión ambiental que aunada al cambio climático generan una enorme vulnerabilidad para nuestros territorios, sin que se hayan tomada las medidas pertinentes para frenar el ecocidio"
Los pueblos indígenas que habitamos el istmo centroamericano no somos parte crucial de los emisores de gases de invernadero, pero si padecemos de las severas consecuencias del cambio climático. A partir del huracán Mitch salió a relucir la severa destrucción ambiental que ha padecido mesoamérica, y los posteriores huracanes Stan, Felix y la tormenta tropical Gamma colocaron en jaque a una buena parte de la población centroamericana, siendo especialmente afectados los pueblos tz"utujil, miskito y garifuna. La sedimentación de los ríos y humedales como consecuencia de la sistemática deforestación que se ha dado en el último medio siglo, ha contribuido a la erosión ambiental que aunada al cambio climático generan una enorme vulnerabilidad para nuestros territorios, sin que se hayan tomada las medidas pertinentes para frenar el ecocidio, además se carecen de verdaderas estrategias de mitigación y adaptación al cambio climático, que realmente solucionen las problemáticas, abandonando la visión capitalista con que se pretende buscarle solución a los problemas.
El rechazo de los Estados Unidos para vincularse a los acuerdos de Kyoto, han repercutido en todo el mundo. Traducido al trópico, nuestros políticos locales se han negado a darle la importancia que amerita la problemática del cambio climático, e incluso han persistido en visiones obsoletas en materia de energía y protección del medio ambiente.
Estados Unidos en el mes de junio logró pasar la Ley sobre Clima Waxman-Markey,en la Cámara de Representantes Uno de sus mayores componente es lograr una producción de un 20% de energía de fuentes renovables para el 2025. Entre otras iniciativas establece provisiones para prevenir la deforestación tropical, y fuertes inversiones para la producción de energía limpia planteando una inversión de 90 millardos de dólares para ese objetivo. No obstante las "buenas" intenciones de la ley, incluye la creación de plantas de carbón, hasta unos 7.000 megavatios para el 2025.
Mientras los políticos estadounidenses eluden enfrentar una de las mayores amenazas que existe para el futuro de la humanidad, las empresas petroleras afianzan una campaña de distorsión de la opinión pública a las que son tan afines la masa media norteamericana. En un correo obtenido por Greenpeace, señala que el Sr. Jack Gerard, Presidente del American petroleoum Institute (API) subraya lo que el denominaba un plan sensitivo para efectuar eventos durante el receso del Congreso de los Estados Unidos en agosto, para darle una "cara humana" a la oposición de la Reforma de Energía y Clima.
Barack Obama apuesta a pasar su paquete de salud ante el legislativo de ese país, dejando en espera la iniciativa sobre cambio climático posiblemente para el año entrante, situación que ha engendrado malestar entre los europeos, emitiendo el líder de la delegación de la Unión Europea, John Bruton, un recriminación a la falta de compromiso político de los Estados Unidos en la reducción de sus emisiones.
Las compañías petroleras cuentan con el apoyo de lo senadores provenientes de estados petroleros, teniendo un apoyo abierto de la Conoco Phillips y de la BP ( British Petroleum), los que abiertamente desde sus paginas web conminaban a sus empleados para que asistieran a los mítines.
No es la primera vez que grupos de poder en los estados Unidos entorpecen la atención a la problemática de cambio climático, tal es el caso del American Enterprise Institute, asociado a Dick Cheney, institución que ha pagado científicos para estimular una campaña negando la existencia del cambio climático.
Mientras la visión capitalista de soluciones a la problemática de cambio climático arrasa con los derechos colectivos de muchos pueblos indígenas del planeta, que se ven afectados por los famosos REDDS ( Reducción de Emisiones de la Deforestación y Degradación Ambiental) promovidos por el Banco Mundial y la ONU, organismo que carecen de la sensibilidad social como para entender el intrincado problema que existe en cuanto al reconocimiento de los territorios ancestrales de los pueblos indígenas y sus derechos colectivos.
Al igual que los REDDS se encuentran los Mecanismos de Desarrollo Limpio, que traducidos a términos locales, implica conceder fondos a la elite de poder para apropiarse de las cuencas hidrográficas y proceder a la construcción de más 400 represas en el istmo centroamericano, afectando directamente los intereses de las comunidades locales a los que no se les respeta el derecho la consulta, como esta sucediendo con los Nbugles y Naso en Panamá, Estado que ha desconocido las medidas cautelares que dictó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a favor de las comunidades del Charco de la Pava donde la empresa AES viene destruyendo el río Changinola.
Enfrentar el cambio climático con la visión de negocios que vienen promoviendo los organismos financieros internaciones y las Naciones Unidas no es más que acelerar la destrucción del planeta. Los REDDS no frenaran la deforestación , todo lo contrario promueven políticas publicas de destrucción de los bosques y desalojos forzosos, como el que vive el pueblo Benet de la montaña Elgon en Uganda el cual se encuentra siendo desalojado en la actualidad.
A menos de tres meses de la COP15 en Copenhagen queda claro que no se han logrado los acuerdos necesarios a nivel internacional y mucho menos Estados Unidos ha sido capaz de presentar un hoja de ruta de las acciones necesarias para abrir paso a compromisos concretos. El recién elegido gobierno de Japón siembra la esperanza del cambio en materia energética y de emisiones que quizás pueda impulsar a una mayor credibilidad de Estados unidos en la materia.
Existe la posibilidad que conduzcan las negociaciones al fracaso para así poder recurrir al Plan B: la geoingeniería y sus pingues ganancias para una serie de empresas "innovadoras" desde la siembra de hierro en los océanos hasta la creación de explosiones artificiales de volcanes. Steven Chu el Secretario de Energía de los Estados Unidos es un fiel creyente de los atributos de la geoingeniería y promotor de la misma.
Mientras tanto en Honduras no existe un aparente interés por parte del Estado en emitir una Estrategia de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático. Hasta la fecha se mantiene un hermetismo de parte del Estado al respecto, situación que se acrecentó a partir de julio con el régimen de facto.
La aparición del fenómeno del "niño" a mediados de este año, a incrementado las temperaturas oceánicas, reportando la NOAA (National Oceanic Atmospheric Administration, por sus siglas en inglés) el 16 de septiembre que en el mes de agosto se registraron las temperaturas más altas hasta la fecha en los océanos. Además "el niño" está influyendo en la enorme sequía que se está dando en el caribe, siendo este fenómeno un presagio de la futura niña y los estragos que sufriremos con su ciclo de huracanes sin que estemos preparados y mucho menos haber tomado lecciones del huracán Mitch.
(Por Miriam Miranda, La Biodiversidad, 27/09/2009)