La organización Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina (RAP-AL) Uruguay alertó que el país continúa utilizando bromuro de metilo a pesar de haber ratificado el Protocolo de Montreal. El Protocolo de Montreal es un acuerdo suscrito por países en desarrollo que estipula la eliminación gradual obligatoria del consumo y la producción de clorofluorocarbonos, que son sustancias dañinas para la capa de ozono.
Además de dañar la capa de ozono, el bromuro de metilo es clasificado por la Organización Mundial de la Salud en la categoría más elevada de sustancias tóxicas. Con esta medida los firmantes esperaban que la capa de ozono consiga una recuperación paulatina.
Sin embargo, RAP-AL denunció que este gas dañino para el ambiente se continúa utilizando en la producción hortícola para esterilizar el suelo y así controlar hongos, insectos y malezas. Además explicó que el gas causa daños crónicos irreversibles en el hígado, los riñones y pulmones.
La coordinadora de RAP-AL Uruguay, María Isabel Cárcamo, afirmó que “el bromuro de metilo se sigue utilizando en Uruguay como desinfectante del suelo”, a la vez sostuvo que “si bien son muchos los países que se han comprometido a eliminar el uso de esta sustancia, lo siguen usando, al igual que Uruguay”.
Información sobre el Protocolo de Montreal:
El Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan el ozono es un tratado internacional diseñado para proteger la Capa de Ozono reduciendo la producción y el consumo de numerosas sustancias que se ha estudiado que reaccionan con el ozono y se cree que son responsables por el agotamiento de la capa de ozono. El acuerdo fue negociado en 1987 y entró en vigor el 1º de enero de 1989. La primera reunión de las partes se celebró en Helsinki en mayo de ese 1989. Desde ese momento, el documento ha sido revisado en varias ocasiones, en 1990 (Londres), en 1991 (Nairobi), en 1992 (Copenhague), en 1993 (Bangkok), en 1995 (Viena), en 1997 (Montreal) y en 1999 (Beijing). Se cree que si todos los países cumplen con los objetivos propuestos dentro del tratado, la capa de ozono podría haberse recuperado para el año 2050. Debido al alto grado de aceptación e implementación que se ha logrado, el tratado ha sido considerado como un ejemplo excepcional de cooperación internacional.
(Servindi, 16/09/2009)