Establecimientos en Madrid retiran a partir de viernes (04/09) las bolsas de un solo uso. Reducir su impacto ambiental, el objetivo
Los supermercados españoles comenzaron viernes a suprimir las bolsas de plástico de un solo uso en sus establecimientos, el mismo día en que se prohibió la fabricación y venta de las bombillas tradicionales de 100 vatios. Dos supermercados retiraron desde este martes las bolsas de plástico de un solo uso en sus establecimientos en Madrid como medida para reducir su impacto ambiental, dentro del Plan Nacional Integrado de Residuos, informaron medios locales.
La retirada de las bolsas en la totalidad de los establecimientos españoles se hará de forma progresiva hasta fin de año. De momento, y como medida transitoria, los establecimientos facilitarán bolsas reutilizables de forma gratuita. Muchas otras cadenas de tiendas se unirán a la iniciativa en los próximos meses con planes de disminución del uso de este tipo de bolsas, lo que evitaría la generación de 250 kilos de plástico y la emisión de 220 toneladas de bióxido de carbono a la atmósfera.
Fomentar el empleo de bolsas en materiales alternativos y la reutilización de las mismas son otras de las propuestas que pondrían en marcha los comercios. Incluso los hay que anunciaron que descontarán dinero por cada bolsa que no se utilice. Con medidas de este tipo las empresas de distribución de alimentos pretenden acabar con la bolsa de plástico, pues se espera que el uso de bolsas reutilizables redunde en que cada persona ahorre más de 18 mil bolsas a lo largo de su vida.
España es el tercer país europeo en consumo de bolsas de plástico de un solo uso, ya que cada habitante usa al año una media de 238 bolsas, pero no se recicla ni siquiera 10 por ciento de ellas. Por otra parte este martes entró en vigor una norma que supone el primer paso de la Unión Europea en la retirada progresiva de todas las bombillas tradicionales antes de 2012, que se espera sean sustituidas por otras de bajo consumo. Es por ello que desde este martes los productores europeos no pueden distribuir, ni los comerciantes vender, bombillas incandescentes de 100 vatios.
La medida reducirá el gasto energético y por tanto el económico, ya que una bombilla incandescente gasta entre cuatro y cinco veces más que una de bajo consumo, con la que se reducirán 80 por ciento las emisiones de bióxido de carbono a la atmósfera.
(Notimex / Planeta Azul, 04/09/2009)