El tercer país más contaminante del mundo, se ha marcado el objetivo de reducir en 40 por ciento sus emisiones de CO2 de cara a 2030, mediante la protección de sus selvas, amenazadas por las empresas madereras y la extensión de los cultivos
El Consejo Nacional sobre el Cambio Climático de ese país elaboró un informe que calcula que la reducción de la tala y la lucha contra la degradación de los bosques y turberas, unos peculiares ecosistemas ricos en carbón, podrían evitar el lanzamiento de mil 800 millones de toneladas de CO2 a lo largo de dos décadas, 50 por ciento de las emisiones previstas para este período.
La destrucción de bosques y turberas es la principal fuente de contaminación del país, por encima de los sectores agrario, energético, el transporte y la construcción, según la hoja de ruta elaborada por el organismo estatal.
(EFE / Planeta Azul, 03/09/2009)