Greenpeace está en alerta roja ante la inminente siembra de maíz transgénico en 25 predios de diversos estados del norte del país, dijo Aleyda Lara, coordinadora de la campaña de agricultura sustentable y transgénicos de la dicha organización, al participar en la reunión Resistencia creativa, que se llevó a cabo en el Hemiciclo a Juárez
Tras explicar que las semillas de maíz transgénico que comercializan empresas como Monsanto, Down y Dupont-Pioneer en Estados Unidos y otras naciones podrían contaminar las diversas razas del grano mexicano y ponerlas en riesgo, Lara convocó a los habitantes de la ciudad de México a demandar al director en jefe del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), Enrique Sánchez, cumpla sus obligaciones y no que apruebe las siembras experimentales de la gramínea genéticamente modificada.
Son dos las variedades de maíz transgénico que se pretende sembrar en México: una es resistente contra el gusano barrenador europeo y otra contiene herbicidas. Ambas son de alto riesgo para la salud de los consumidores, pero eso no lo dicen Monsanto ni ninguna de las empresas que presentaron sus solicitudes para las siembras experimentales. Únicamente sostienen que con eso se resolverá el hambre en el mundo.
El argumento es falso; la falta de alimento se debe al sistema de comercialización y no a la carencia de alimentos en el planeta, agregó ante las personas de diversas edades reunidas en la Alameda Central y quienes al escuchar la breve exposición de Aleyda Lara gritaron fuera Monsanto del país.
(La Jornada / Planeta Azul, 25/08/2009)