De 2006 a la fecha la población de leopardos se ha recuperado considerablemente en Sudáfrica, afirman especialistas
Un equipo de investigadores en Sudáfrica demostró que los grandes gatos en peligro de extinción pueden ser salvados con la puesta en marcha de estrategias de conservación. Mediante el programa Panthera, un equipo de biólogos ha logrado estabilizar la población de leopardos en la provincia de KwaZulu-Natal, en Sudáfrica. En la más reciente edición de la revista Biological Conservation, especialistas reportan que luego de seis años de meticuloso trabajo es posible confirmar que la población de leopardos ha mejorado considerablemente a raíz de la implementación del programa.
Guy Balme, titular del proyecto, informa que cuando el estudio comenzó, los leopardos eran animales altamente vulnerables debido a los altos índices de caza ilegal en áreas reservadas. En la zona es considerada una 'cuota' de caza legal cada año, mientras que los agricultores los persiguen por la amenaza que representan para las cosechas y el ganado.
Entre 2002 y 2005 el equipo de especialistas localizó 26 leopardos, 23 de ellos muertos. "Muchos de estos leopardos fueron asesinados por humanos y en 2005 nos dimos cuenta que el número de ejemplares muertos hacían que la especie no pudiera sobrevivir", señaló Balme. Diseñamos un plan de conservación para reducir muchos de los problemas y esperábamos que la población de leopardos mejorara".
El plan incluía reducir la 'cuota' de leopardos que podrían ser cazados legalmente en el área, además de detener por completo la caza de hembras y animales jóvenes, los cuales eran las principales presas, y un plan para ayudar a los agricultores a evitar problemas con los animales. El programa arrancó en 2006 y hacia 2008, la evidencia colectada mostró que las acciones estaban dando resultados. Comparados con los de 2005, ahora los leopardos viven más años, son menos asesinados y la población creció.
Como una consecuencia inesperada se encontró que las hembras conciben más y paren más cachorros. "Los machos no ayudan en la crianza de los cachorros, pero proveen seguridad esencial para sus hembras, protegiéndolas de nuevos machos que quisieran matar a la descendencia", añade el documento. Al reducir el número de leopardos muertos se permitió estabilizar la población, así las hembras tienen más oportunidades de criar a sus cachorros.
(Reforma / Planeta Azul, 17/08/2009)