La disminución de la actividad solar en las próximas décadas no sólo propiciará que la estrella deje de influir en el aumento de la temperatura planetaria, sino que además provocará una ligera reducción en ésta, según refiere una investigación realizada por especialistas del Instituto de Geofísica y el Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM

 “Las observaciones muestran que la actividad solar está presentando un mínimo prolongado; con base a esta tendencia, los modelos predictivos que hemos desarrollado indican que la estrella mantendrá una baja intensidad los próximos 20 años”, indicó Blanca Mendoza, investigadora del Instituto de Geofísica. Informó que el equipo de especialistas con el que colabora llevaron a cabo un estudio en el que modelaron la temperatura global del hemisferio norte para los próximos 20 años, que representarían los periodos de los dos próximos ciclos solares (cada uno tiene un periodo de 11 años).

Los resultados, apuntó, señalan que aun cuando las temperaturas alcanzarán el peor de los escenarios en su aumento para 2030, debido a los gases de efecto invernadero, principalmente bióxido de carbono (CO2), el astro en poco contribuirá e incluso provocará una disminución de 0.2 grados. “Esto no significa que la temperatura dejará de aumentar en los años subsiguientes debido a las emisiones de CO2. La tendencia a la alza seguirá aun cuando se lograra mantener o disminuir los niveles actuales de CO2”, aclaró. Lo que nuestros resultados representan, dijo, se refiere más bien a que el aumento se verá mitigado debido a la reducida actividad del astro. Esto indica lo importante que es analizar y exponer los efectos de procesos naturales en la modificación climática.

Mencionó además que si bien hablar de décimas de grados pareciera no ser mucho, cabe recordar que para considerar que hubo un calentamiento global en el siglo XX, en promedio sólo necesitó del aumento de 0.4 a 0.5 grados centígrados. CICLOS. La investigadora refirió que el estudio se realizó a partir del conocimiento de que el ciclo solar actual, que está por terminar, se prolongó irregularmente en su etapa de mínimo, lo cual se constata, entre otros indicadores, por la carencia de manchas que manifiesten su actividad.

“Se ha alargado un poco este ciclo, sin embargo en el pasado han existido otros de menores intensidades, así como otros de con un incremento mayor. No obstante parece ser que al menos en los próximos dos ciclos (20 años) la inercia se mantendrá de tal forma que su actividad registrará menor intensidad”, dijo. En tanto, apuntó, los científicos seguirán pendientes sobre el inicio del siguiente ciclo, el cual deberá iniciar en los próximos meses.

(La Crónica / Planeta Azul, 10/08/2009)