A continuación se extracta un comunicado del Centro de Investigación sobre Inversión y Comercio de El Salvador a raíz del asesinato y amenazas a líderes sociales que se oponen a los proyectos mineros realizados por multinacionales en el país:
PRONUNCIAMIENTO PÚBLICO DE CEICOM ANTE LAS AMENAZAS CONTRA LA RESISTENCIA ANTI-MINERA EN CABAÑAS
En los últimos años, diferentes sectores de la sociedad salvadoreña hemos expresado con claridad y contundencia nuestro rechazo a la minería metálica en el país está sobradamente demostrado las consecuencias de la minería a los recursos hídricos, a la salud de las personas, a las actividades agropecuarias etc., razón por la cual diferentes sectores de San Isidro, Cabañas, han venido realizando actividades de resistencia e incidencia para evitar que esta industria, entre ellas la multinacional canadiense Pacific Rim, se instale en el país, en ese marco han surgido liderazgos sociales originarios de esta zona decididos a no permitir la explotación minera, ganándose el odio de los empresarios mineros y de aquellos sectores económicos y políticos que creen que la minería es un gran negocio para el país.
En ese contexto se materializa el asesinato del compañero Gustavo Marcelo Rivera originario de San Isidro, Cabañas; tras el asesinato de este luchador social que aporto su energía y pensamiento para librar su país del caos minero, hoy se agrega una avalancha de amenazas a destacados luchadores sociales miembros activos de la resistencia que al mismo tiempo hacen esfuerzos por construir alternativas desde los intereses populares.
Nos referimos a las amenazas de muerte contra Antonio Pacheco, Director Ejecutivo de ADES en Sensuntepeque, contra Francisco Pineda y Neftaly Ruiz dirigentes del Comité Ambiental de Cabañas, al atentado de muerte contra el padre Luís Alberto Quintanilla realizado la noche del 27 de julio después de un programa radial en Ciudad Victoria, nos referimos a las amenazas de muerte a Vladimir Abarca, José Beltrán y Ludwin Iraheta, corresponsales de Radio Victoria, amenazas extendidas a todo el personal de esta emisora a la que incluso le han secuestrado su antena sacándola del aire, manteniéndolos en una condición de zozobra permanente que además afecta a sus familias y desde luego a todos y todas aquellas que nos encontramos en píe de lucha contra la minería y las diferentes expresiones de injusticia.
(Centro de Investigación sobre Inversión y Comercio / OMAL, 04/08/2009)