Actualmente, China es el cuarto productor de energía eólica del mundo, por detrás de Estados Unidos, Alemania y España
 
El que será el mayor parque eólico del mundo, un recinto de mil 500 kilómetros cuadrados con al menos 6 mil 600 molinos, comenzó a construirse la semana pasada en la región de Gansú, una zona semidesértica situada al oeste de China. Con esta planta, el Gobierno espera abastecer las necesidades energéticas de más de 2 millones de familias, alcanzando en 2020 una producción de 22 mil megavatios ese año, similar a la que produce la central hidroeléctrica con más capacidad del mundo, la de la famosa Presa de las Tres Gargantas, también situada en China.

"Y esto es sólo una parte. El Gobierno planea construir otros seis o siete grandes parques como el de Gansú. En 2020 un 10 por ciento de la energía que consumirá China provendrá del viento", aseguró a REFORMA Li Jun Feng, director de la Comisión de Energía de China y vicepresidente del Consejo Global de Energía Eólica. Fuentes de empresas líderes aseguraron que China podría conseguir sus objetivos sin problemas si invierte el dinero necesario en ello. "No me cabe la menor duda de que el mayor parque eólico del mundo estará en China, o de lo contrario en India. En el caso de China parece que ahora están apostando muy fuerte por las energías renovables y tienen suficiente liquidez para llevar a cabo cualquier proyecto", explicó el alto ejecutivo del sector.

Según cálculos de la Comisión de Energía de China, cuando la central funcione a toda su capacidad se ahorrarán anualmente 7 millones de toneladas de carbón y se emitirán a la atmósfera 22 millones de toneladas menos de dióxido de carbono. Con todo, Jun Feng admitió que la megaobra eólica presenta algunos problemas logísticos, como la instalación de una red eléctrica que cubra largas distancias y los costos de obra y mantenimiento. "El problema con la energía eólica es que el viento sopla cuando quiere y la energía no se puede almacenar sino que hay que consumirla en el momento en el que se produce. Si no hay viento, no hay electricidad", explicó Borja García Perona, experto en el sector energético.

Para solventar el problema, abundó el especialista, es necesario tener una fuente alternativa, una gran central hidráulica o de combustión que pueda encenderse y apagarse en cualquier momento. "Pero eso crea una estabilidad en la red eléctrica enorme. Si, como dice el Gobierno chino, el abastecimiento de 2 millones de familias depende un solo parque eólico, ¿qué ocurrirá cuando no sople el viento?", agregó García Perona.

Actualmente, China es el cuarto productor de energía eólica del mundo, por detrás de Estados Unidos, Alemania y España. A corto plazo, el gigante asiático planea disputarse el primer puesto con Estados Unidos. Algunos países que, como España, apostaron en el pasado por la energía eólica con subvenciones estatales, cubren ya alrededor de 10 por ciento de su demanda anual gracias a los molinos. En días de mucho viento, España ha llegado a producir hasta 40 por ciento de lo que consume el país. "Para un país como China, en el que las instalaciones las sufraga principalmente el Estado, es más fácil invertir mucho en poco tiempo. También tardan menos en hacer las obras porque hay menos trabas burocráticas", declararon fuentes del sector.

Mientras el promedio de tiempo para crear un parque eólico de mediana envergadura en Europa y Estados Unidos se sitúa entre los cuatro y cinco años, Jun Feng aseguró que en poco más de 12 meses podría estar lista la instalación de Gansú. Parte de las inversiones para el parque provienen del paquete de estímulo de 590 mil millones de dólares aprobado este año por el Gobierno chino para hacer frente a la crisis.

El desembolso, indican desde la Comisión de Energía, impulsará la industria local, ya que la mayor parte de los molinos instalados en los seis proyectos eólicos en curso se comprarán a fabricantes chinos. Sin embargo, fuentes del sector también señalaron que las empresas extranjeras son cautas a la hora de adquirir los molinos chinos. "Realmente no sabemos cuál es su calidad, pero los paneles fotovoltaicos (solares) fabricados en China salieron muy mal, por eso hay bastante recelo. En cualquier caso, antes o después aprenderán y acabarán ofreciendo un producto barato y de calidad", consideró la fuente.

(Reforma / Planeta Azul, 03/08/2009)