Los cultivos ilegales de coca están ingresando cada vez más a las Áreas Naturales Protegidas de la selva peruana, lo cual pone en peligro la conservación de su flora y fauna, advirtió una fuente de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida)
"En los dos últimos años se ve con preocupación el avance de la frontera cocalera hacia estas Áreas Naturales Protegidas (ANP), que no solo compromete sus Zonas de Amortiguamiento sino que, en muchos casos, los cultivos ilegales han ingresado en las propias zonas protegidas", declaró el Gerente de Medio Ambiente y Recuperación de Ecosistemas Degradados de Devida, Lucio Batallanos. El funcionario sugirió buscar el apoyo de la cooperación internacional, como parte de la responsabilidad compartida, porque "la conservación de los bosques de la Amazonía es un compromiso universal porque los servicios ambientales que ésta brinda no solo son para el Perú, sino para el mundo entero".
Una nota de prensa de Devida citó hoy el reporte "Monitoreo de Cultivos de Coca 2008" de la Oficina de las Naciones Unidas Contra las Drogas y el Delito (ONUDD), que señala que los cultivos ilegales de coca tienen presencia en el Parque Nacional de Tingo María (en la región Huánuco), en la Cordillera Azul y en el Río Abiseo (ambas en la región San Martín). También se alerta sobre el avance de la frontera cocalera en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Bahuaja Sonene (región Madre de Dios) y en la Zona Reservada del Güeppi (región Loreto). "La presencia de coca en la Zona Reservada del Güepi es preocupante ya que a diferencia de otras Áreas, los cultivos de coca han logrado sobrepasar la Zona de Amortiguamiento encontrándose dentro de la misma área protegida", agregó el informe de la ONUDD.
Según el análisis realizado en ese monitoreo, el incremento de los cultivos de coca dentro de los parques y reservas naturales responde a "la represión del narcotráfico que obliga al desplazamiento de los sembríos a otras zonas". En tal sentido, si existe un aumento de esas siembras ilegales se presume que también hay un procesamiento de la cocaína en laboratorios clandestinos lo que provocaría la contaminación de los ríos de la selva amazónica "con secuelas para la biodiversidad, incluyendo la población asentada, y originando un pasivo ambiental con alto costo para su mitigación", agregó el documento.
El ministerio peruano del Ambiente reveló esta semana que necesita de unos 300 millones de dólares anuales para conservar unos 55 millones de hectáreas de su selva amazónica y propuso también un plan para otorgar compensaciones económicas a los pobladores por servicios ambientales.
(EFE / Planeta Azul, 29/07/2009)