Un nuevo informe científico acusa a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria de practicar ciencia-basura e incurrir en errores y omisiones graves en su dictamen
Según un informe hecho público hoy por Greenpeace y Amigos de la Tierra, el reciente dictamen de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria sobre el maíz modificado genéticamente MON 810 de Monsanto está totalmente viciado y contiene importantes errores científicos. Este informe se ha presentado en el marco del proceso de consulta pública sobre este transgénico. Ambas organizaciones exigen a la Comisión Europea y al Gobierno español que rechacen la autorización de este peligroso maíz.
La autorización de diez años para el MON 810 (único transgénico autorizado en la Unión Europea, y ampliamente cultivado en España) ha caducado y la Unión Europea (UE) debe tomar una decisión sobre su reautorización. En ese contexto, Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA en sus siglas en inglés) emitió a finales de junio su dictamen, según el cual el MON 810 es seguro. Sin embargo, el análisis científico de este dictamen, realizado por encargo Greenpeace y Amigos de la Tierra, revela errores y omisiones graves en el documento de la EFSA y pone en duda las conclusiones de este organismo.
“La EFSA ha violado, una vez más, su mandato. Si un estudiante presentase como trabajo universitario un informe de estas características quedaría muy lejos del aprobado por utilizar argumentos que cualquier docente calificaría de ciencia-basura”, ha declarado David Sánchez, responsable del Área de Agricultura y Alimentación de Amigos de la Tierra.
El informe científico revela, entre otros muchos aspectos, que la EFSA:
- Ignora o resta importancia a los datos que demuestran que el insecticida producido por este maíz transgénico podría tener impactos negativos en lepidópteros y otros insectos. En su lugar recomiendan, para aquellas zonas que albergan mariposas y polillas, “medidas de gestión” que no se especifican.
- No tiene en cuenta las incertidumbres científicas y los informes contradictorios acerca de los efectos de estos maíces sobre el medio ambiente y la salud.
- Omite los estudios científicos contrastados que subrayan las preocupaciones sobre su seguridad.
- Menciona, para demostrar la seguridad del MON 810, estudios llevados a cabo sobre un cultivo modificado genéticamente distinto, el MON 863.
- Elude investigar la seguridad de las nuevas proteínas generadas en este maíz por el proceso de modificación genética.
Mientras España sigue siendo el único país de la UE que cultiva MON 810 a gran escala, seis estados de la UE han prohibido su cultivo. Numerosos gobiernos han expresado recientemente su enorme preocupación acerca de la mala calidad del trabajo de la EFSA y de la seguridad de este maíz transgénico. Recientemente el Gobierno francés afirmó que no podía aceptar las conclusiones de la EFSA sobre el MON 810.
“¿Cómo puede la EFSA presentar una opinión positiva sobre el MON 810 cuando ha reconocido su incapacidad para determinar los impactos a largo plazo de los OMG?”, se pregunta Sánchez. “Hoy por hoy, los consumidores no podemos estar seguros”.
“La Comisión no tiene más salida que rechazar el dictamen de la EFSA, prohibir el cultivo de maíz MON 810 y buscar otra autoridad oficial europea que sea capaz de producir estudios no sesgados y basados en una ciencia verídica e independiente, que sirva de base para quienes toman las decisiones políticas en la UE”, ha concluido Juan Felipe Carrasco, responsable de la campaña de Transgénicos de Greenpeace.
(Greenpeace Espanha, 29/07/2009)