Los países infectados por la fiebre aftosa son más propensos a la inseguridad alimentaria, debido al impacto de la enfermedad en la esfera doméstica y al acceso restringido a los mercados locales, regionales e internacionales, alertaron los participantes de la Conferencia Mundial sobre fiebre aftosa.
“La elaboración de una estrategia de control mundial de la fiebre aftosa debería considerarse como una prioridad internacional y debería ser elaborada de forma urgente,” destacó el representante regional de la Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación (FAO), José Graziano da Silva. “Como señala la declaración final del encuentro, es necesario un firme compromiso de todos los países al más alto nivel político, con el fin de armonizar las políticas mundiales, regionales y nacionales para el control de la enfermedad,” agregó Graziano.
Asimismo, el documento de conclusiones de la cumbre sostuvo que “controlar y erradicar la fiebre aftosa es esencial para permitir el crecimiento sustentable del sector ganadero, que aporta el 45% del Producto Interno Bruto agropecuario de América Latina”. “Cerca del 32% de los hatos y el 15% de los bovinos de Suramérica se encuentran en áreas que no han sido reconocidas por la OIE como libres de fiebre aftosa”, agregó el texto.
La fiebre aftosa es la enfermedad de los animales que más afecta la economía de la región por sus impactos sobre el comercio y los pequeños productores. Los brotes en dos países exportadores de carne como Brasil y Argentina durante los años 2005 y 2006, por ejemplo, causaron pérdidas superiores a los 10 000 millones de dólares.
(Servindi, 24/07/2009)