El ministro federal de Medio Abiente, señala que Asse II es uno de los peores ejemplos de manejo irresponsable de almacenamiento definitivo de residuos nucleares

El ministro federal alemán de Medio Ambiente, Sigmar Gabriel, criticó a la anterior gestión del depósito subterráneo de residuos nucleares de Asse, Baja Sajonia. En rueda de prensa en esta capital tras la presentación del informe anual de la Oficina Federal de Radiación de Alemania, Gabriel dijo que el depósito Asse II es "uno de los peores ejemplos de manejo irresponsable de almacenamiento definitivo de residuos nucleares".

La Oficina Federal de Radiación de Alemania, que sustituyó al centro alemán de investigación para la salud y el medio ambiente "Helmholtz Zentrum Munchen" como gestor del depósito, realiza un saneamiento de las instalaciones en la actualidad, comentó Gabriel. El ministro no mencionó directamente la reciente noticia de que se han encontrado indicios de aguas saladas radiactivas durante un control rutinario del depósito Asse II. Sin embargo, anunció que se crearán nuevos criterios de seguridad para los depósitos radiactivos. En la conferencia de prensa, el presidente de la Oficina Federal de Radiación, Wolfram König, sostuvo que es necesario separar los intereses para crear residuos de la responsabilidad para eliminarlos de manera segura. "Las personas encargadas de pagar los costos de almacenamiento de residuos radiactivos no deberían decidir cómo y dónde esos residuos se almacenarán.

Ese cometido debe recaer en un responsable independiente estatal", explicó König. Entre 1967 y 1978 se almacenaron en Asse II 126 mil bidones de residuos de radiactividad baja y media. Al mismo tiempo, el ministro alemán de Medio Ambiente advirtió al consorcio eléctrico RWE de los riesgos de poner de nuevo en funcionamiento el reactor Biblis B en Hessen. "No opinamos que sea lo correcto poner de nuevo en marcha el reactor sin haber aclarado los problemas de seguridad existentes", declaró el político. Gabriel, del Partido Social Demócrata (SPD), comentó que no se han realizado las medidas necesarias para reestructurar la seguridad de la central de energía atómica de Hessen.

Por ello, recomendó a la oficina de vigilancia atómica de Hessen que no acepte los trabajos de revisión que se han llevado a cabo durante meses para volver a poner en funcionamiento el reactor. Gabriel se remitió a que hasta el momento el gestor RWE no ha presentado los certificados de seguridad exigidos, "evidentemente porque la empresa no se encuentra preparada para el nuevo arranque", declaró el ministro. "Sólo puedo apelar de nuevo a RWE para que no se repita el error de Vattenfall", dijo Gabriel con la mirada puesta en el fallo de la central nuclear de Krummel, cerca de Hamburgo. Un cortocircuito en un transformador obligó a cerrar la central de Krummel el 28 de junio de 2007. La central atómica volvió a conectarse a la red hace unas semanas tras unos trabajos de reparación que se prorrogaron durante dos años.

Sin embargo, el 4 de julio un nuevo cortocircuito en un transformador obligó a detener la actividad del reactor. El consorcio energético Vattenfall es el responsable de la gestión de la central y ha recibido duras críticas del gobierno alemán. El futuro de la energía nuclear en Alemania se convertirá en una de las cuestiones centrales de la campaña electoral de las próximas elecciones de Alemania en septiembre. La opinión de los alemanes respecto a la energía atómica se encuentra dividida.

De acuerdo a una encuesta publicada este miércoles por el instituto Forsa, uno de cada dos alemanes es partidario de cerrar la última central para 2021, mientras que un 44 por ciento de los encuestados quieren que se mantengan en funcionamiento durante más tiempo.

(Notimex / Planeta Azul, 16/07/2009)