Finalmente, se ha consumado. Hoy (02/07), el Parlamento de Catalunya, por acuerdo de PSC, CIU y PP ha rechazado la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) sobre trasngénicos impulsada por la campaña Som lo Que Sembrem. La ILP contra los transgénicos exigía la prohibición del cultivo de Organismos Genéticamente Modificados (OGM) en suelo agrícola, el etiquetado de los alimentos transgénicos, una moratoria al desarrollo de OGM y la investigación independiente de sus efectos sanitarios y ambientales.
La ILP era un paso más del movimiento contra los transgénicos que desde hace años ha venido confrontándose a los intereses de las grandes empresas del sector y sufriendo la indiferencia, cuando no la criminalización directa, de la administración, las instituciones y los partidos gobernantes.
De nada ha servido que 106.000 personas, más del doble de las legalmente necesarias, hayan apoyado la iniciativa. De nada han servido las movilizaciones de estos últimos días, como la manifestación del pasado 28 de junio en Barcelona o la huelga de hambre impulsado por seis miembros de Som lo que Sembrem, instalados a escasos 50 metros del Parlament. Los intereses empresariales se han impuesto, una vez más, por encima de los intereses populares.
PSC, CIU y PP han demostrado, de nuevo, su complicidad y vínculos con el mundo empresial y con el poderoso sector de los “agronegocios” y de la industria agroalimentaria. No hace falta olvidar que Catalunya es uno de los territorios de la Unión Europea donde se cultivan más transgénicos. ERC e ICV, si bien han apoyado formalmente a la ILP, han optado por la posición cómoda de mirar para otro lado frente a la política del PSC, obviando que son socios de su gobierno, y han guardado un triste silencio cómplice durante todo el proceso. Desmarcarse hoy del PSC, cuando este pacta con CIU y PP, y seguir gobernando como si nada el día siguiente, no es creíble. Por omisión, ERC e ICV tienen también una gran responsabilidad en el bloqueo de la ILP. De nuevo, los límites de la izquierda de gestión quedan expuestos a los ojos de todo el mundo.
El Parlamento ha dado la espalda, una vez más (y, francamente, ¡ya estamos acostumbrados!) a los movimientos populares. Pero esto no podrá parar, y no ha de parar, a un movimiento que ha conseguido poner encima de la mesa el debate sobre los transgénicos, sensibilizar a miles de ciudadanos y ciudadanas de Catalunya y organizar un amplia campaña en contra de la industria de los agronegocios. Iniciativas como la impulsada por Som lo que Sembrem son necesarias para crear red y para organizar los movimientos desde abajo y debemos de seguir trabajando para su fortalecimiento, buscando también las confluencias entre las diferentes experiencias y campañas que se oponen a las políticas pro-empresariales, en un momento dónde la crisis ecológica, energética, económica y social contemporánea, pide respuestas globales y un cambio de paradigma.
Hoy más que nunca seguimos revindicando una Catalunya libre de transgénicos. Transgénicos fuera. Ni aquí ni en ninguna parte!
(Kaos en la Red / Biodiversidadla, 02/07/2009)