ArborGen, líder internacional en investigación y desarrollo de árboles genéticamente modificados (transgénicos), está avanzando rápidamente con sus planes de comercializar “sus” árboles transgénicos tanto en los EE.UU. como en Brasil. Esta empresa, con sede en Carolina del Sur, Estados Unidos, ha recibido la aprobación preliminar del gobierno de dicho país para autorizar la plantación de más de un cuarto millón de eucaliptos transgénicos, tolerantes al frío, con bajo contenido de lignina y que dan flores, en siete estados del sudeste de los EE.UU. Sin duda éste es un importante paso hacia la autorización no reglamentada de las plantaciones a gran escala de eucaliptos transgénicos. ArborGen ya inició el proceso de solicitar al gobierno la autorización para comercializar las plantaciones de eucaliptos transgénicos en 2010. En Brasil, ArborGen declaró que planea comercializar eucaliptos transgénicos a partir de 2012 pero, dado el estado de la tecnología en los EE.UU., esto podría suceder aun antes.
Las plantaciones de eucaliptos transgénicos serían utilizadas para pulpa de papel, para los llamados combustibles celulósicos de “segunda generación” para transporte, o para la producción de electricidad a partir de madera. Estas plantaciones de eucaliptos transgénicos tolerantes al frío plantean una amenaza sin precedentes para los bosques, no sólo de los EE.UU. sino del mundo entero. El rasgo de tolerancia al frío permitirá el desarrollo de plantaciones de eucaliptos transgénicos en zonas geográficas más amplias que los territorios donde hoy logran crecer. Así como los eucaliptos convencionales han sido un desastre ambiental y social para los bosques y las comunidades dependientes de ellos en las regiones donde hoy crecen, los eucaliptos transgénicos tolerantes al frío amenazarán a comunidades y bosques de regiones mucho más extensas.
En el sudeste de los EE.UU., uno de cada cinco acres forestados está cubierto por monocultivos de pinos, pero los fríos inviernos de la zona han hecho imposible el crecimiento de los eucaliptos. Estas plantaciones de pinos podrían ser reemplazadas pronto por eucaliptos, lo cual generaría impactos significativos. Por ejemplo, los eucaliptos utilizan 2 veces y media más agua que los pinos y tienen raíces mucho más profundas, lo cual pondrá en peligro las reservas de agua subterránea de una región que ya está sufriendo sequías extremas en muchas zonas.
Las grandes plantaciones de eucaliptos no transgénicos han agotado la disponibilidad de agua dulce para las comunidades, los bosques y otros ecosistemas. En el distrito chileno de Lumaco, por ejemplo, algunas comunidades indígenas mapuche están completamente rodeadas de plantaciones de eucaliptos. Si bien antes tenían acceso al agua dulce todo el año, ahora deben traer agua en camiones porque las plantaciones agotaron las reservas locales. Además, los productos químicos utilizados en las plantaciones de eucaliptos contaminaron el agua subterránea, con lo cual aumentó la incidencia de enfermedades en las comunidades mapuche.
Las plantaciones de eucaliptos son también más inflamables que las de pinos. En la primavera de 2007, los incendios que duraron semanas arrasaron los bosques y las plantaciones de pinos de Georgia y Florida. Si se hubiese tratado de plantaciones de eucaliptos, el fuego habría sido mucho peor. Un ejemplo dramático del peligro que representan los incendios de eucaliptos se vio en Australia a comienzos de este año. Incendios arrasadores, exacerbados por la sequía, avanzaron a 100 kilómetros por hora, devastando la flora y fauna y cobrándose la vida de 173 personas.
Los eucaliptos, altamente invasores, también producen un compuesto que inhibe el crecimiento de otras plantas, permitiendo la formación de monocultivos cuando se escapan de las plantaciones. Según el Introduced Species Summary Project de la Universidad de Columbia, “La pérdida de biodiversidad y de hábitats es una gran amenaza por parte de […] los eucaliptos. Esta especie prácticamente crea monocultivos y puede apropiarse rápidamente de zonas aledañas compatibles, cambiando completamente el ecosistema.” El Eucalyptus grandis, una de las especies utilizadas en el híbrido de eucalipto transgénico, es también conocido por albergar al Cryptococcus gattii, un hongo patógeno mortal. Este hongo puede causar una meningitis fúngica letal en personas y animales que inhalen sus esporas. Antes se le encontraba sólo en los trópicos, pero recientemente se halló en Columbia Británica, Canadá y el noroeste de los EE.UU.
Además de estos efectos peligrosos, la legalización de los eucaliptos transgénicos abriría la puerta a la liberación comercial de otros árboles transgénicos, entre ellos especies con parientes silvestres nativos, como los álamos y los pinos, que, inevitable e irreversiblemente, contaminarían los bosques nativos con rasgos transgénicos. Esto tendría consecuencias devastadoras para los ecosistemas forestales, la fauna y flora silvestres y las comunidades que dependen del bosque. Una vez que los árboles transgénicos escapan, ya no hay forma de frenarlos. La única manera de impedir la contaminación genética de los bosques nativos es prohibir la liberación comercial de los árboles transgénicos antes de que sea demasiado tarde.
La campaña STOP GE Trees se está movilizando para combatir esta amenaza. Estamos reuniendo expertos en ingeniería genética, protección forestal, fauna y flora silvestres, suelos, agua y eucaliptos para llevar a cabo una campaña para detener los planes de ArborGen. Si conoce expertos que puedan ayudar, por favor ¡contáctenos! ¡Necesitamos su ayuda! Esta será una larga batalla... ArborGen tiene en juego millones de dólares en ganancias, y pondrá en marcha todo su aparato de Relaciones Públicas. Por favor ayúdenos a detener estas mortíferas plantaciones de eucaliptos transgénicos.
(Por Anne Petermann, Global Justice Ecology Project / Ecoportal, 26/06/2009)