Durante más de una década, la dualidad de intereses conservacionistas vs. Pro cacería fue ocasionando un bloqueo dentro de este organismo internacional. La imposibilidad de lograr avances significativos fue generando un ambiente tenso que llevó casi al colapso a este organismo. A fin de lograr su rescate, en el año 2008 se inicio un proceso de negociación conocido como "Futuro de la CBI", a traves del establecimiento de un Pequeño Grupo de Trabajo (PGT). Este Grupo fundamentalmente buscó poder avanzar en los temas de mayor controversia en el seno de la CBI y así fue como se seleccionaron 33 temas. Sin embargo, 2 de estos 33 temas jugaron un rol fundamental para no permtir llegar a Madeira con un acuerdo por consenso: la cacería bajo permisos especiales o “cacería científica” y la caza costera propuesta por Japón.
Entre los motivos del fracaso de este proceso, se encuentra la propuesta de Japón de generar una nueva categoría de cacería que le permitiría capturar ballenas en sus costas a cambio de disminuir la captura de ballenas bajo permisos especiales en aguas del Océano Austral. Esta propuesta de Japón, significaría el fin de la moratoria a la caza comercial de ballenas. A fin de efectuar un último intento de rescatar a la CBI del colapso, en su segundo día de sesiones, los países miembros decidieron extender el proceso de negociación hasta el 2010.
¿Se podrá llegar a un acuerdo?
Si bien, desde el proceso iniciado en Santiago de Chile, el clima imperante en esta Comisión ha mejorado en forma significativa, la dicotomía de intereses sigue existiendo. Por otra parte, el hecho de que Islandia y Noruega hayan realizado exportaciones de carne de ballenas a Japón, pone en jaque la confianza entre las partes, base fundamental para lograr una negociación efectiva. ¿Será posible encontrar un punto de equilibro en este contexto? Si no se ha logrado hasta ahora ¿que cambiará para poder lograrlo? Son todas preguntas que me realizo desde el recinto donde se están llevando las sesiones.
Y me permito compartir con ustedes las siguientes reflexiones. Las ballenas en los mares del mundo están enfrentando graves problemas, el cambio climático, los enmallamientos, las colisiones con embarcaciones, la contaminación acústica y química, entre otros. Estos son aspectos que debería abordar esta Comisión para asegurar el correcto manejo y conservación de los cetáceos. Es cierto que la CBI se generó como un organismo para ordenar las operaciones de cacería, pero el mundo ha cambiado y todos los esfuerzos deberían estar centrados en como resolver estos problemas que enfrentan no solo las ballenas sino una infinidad de otras especies que viven en la tierra.
Hemos escuchado durante las sesiones argumentos de los balleneros fundamentados en la necesidad de cazar ballenas como recurso alimenticio de subsistencia. Y es en este punto donde quisiera detenerme y compartir con ustedes algunos de los conceptos expuestos por el Dr. Roger Payne en una conferencia de prensa, organizada por Whaleman Foundation, aquí en Madeira. “Tenemos un problema de gran magnitud que recién ahora estamos comenzando a comprender, pero permítanme ser claro", dijo Roger Payne, "la mayoría de delfines, cachalotes, marsopas que nadan en los océanos se encuentran sumergidos en basureros tóxicos. Su carne y grasa se encuentran tan contaminados que superan los niveles considerados seguros para el consumo humano. Dado que la ballena fin y la ballena minke se alimentan de peces, estas especies también se encuentran ciertamente altamente contaminadas, por lo tanto no es sano para cualquier persona racional capturar ballenas para la alimentación.”
Estas reflexiones, alejadas de la diplomacia y las negociaciones apuntan a intentar responder, si el futuro de las ballenas es negociable. Espero que ustedes coincidan conmigo y que la respuesta sea que no. De todos modos, sabemos que los gobiernos de los países conservacionistas deben seguir transitando este camino para evitar que la cacería se agregue al listado, cada vez más largo, de amenazas que enfrentan las ballenas.
Actualmente, a pesar de la prohibición mundial de la caza de ballenas, más de 20.000 ballenas han muerto como consecuencia de un arpón desde 1986. Muchas de ellas han muerto bajo el amparo del articulo VIII de la Convención de la Regulación de la Ballenería, que establece que los Gobiernos miembros podrán capturar ballenas con fines científicos. Desde el ICB creemos que solo será posible lograr un acuerdo cuando se encuentre una alternativa para detener esta falsa caza con fines científicos y se liberen los santuarios de operaciones balleneras.
(Roxana Schteinbarg, Ecoportal / Rebelión, 26/06/2009)