Las ballenas son mucho más valiosas vivas que muertas, o al menos éste es el mensaje de un informe de la Comisión Ballenera Internacional (CBI)
El documento afirma que el turismo para la observación de ballenas genera mucho más dinero a un país que la caza de estos cetáceos. Según la comisión, que presentó el informe durante su reunión anual que se celebra en Portugal, la industria de observación marina genera actualmente cerca de US$2.100 millones al año en todo el mundo. Se calcula que el ingreso de la caza de ballenas suma sólo decenas de millones de dólares. Y por eso, agrega, los países que se dedican a la caza de ballenas se beneficiarían mucho si cambiaran esta actividad por la observación de los animales.
Sin embargo, un delegado de Islandia -país que recientemente anunció una gran expansión de su programa de caza del rorcual común (o ballena de aleta)- afirmó que las dos industrias son compatibles y pueden llevarse a cabo conjuntamente. Como parte de su programa de caza Islandia planea cazar 150 rorcuales este año, junto con 100 ballenas minke. El informe, comisionado por el Fondo Internacional de Bienestar Animal (IFAW), analizó datos de las compañías de caza de ballenas, organismos turísticos, investigadores y organizaciones no gubernamentales.
Más sostenible
"Mientras los gobiernos se sientan aquí en la reunión de la CBI debatiendo lo que se debe hacer con las ballenas, sus ciudadanos están demostrando cómo hacerlo", le dijo a la BBC Patrick Ramage, director del programa de ballenas del IFAW. "Está claro que la observación de ballenas es mucho más sostenible ambientalmente y más beneficiosa económicamente que la caza, y que las ballenas valen mucho más vivas que muertas".
El informe del IFAW encontró que los ingresos del turismo de observación de ballenas de ha duplicado durante la última década, con el crecimiento más grande de esta actividad en Asia. En 2008, señala, 13 millones de personas fueron al mar a observar a los cetáceos en 119 países. Como IFAW se opone a la caza de ballenas repetidamente ha organizado campañas para persuadir a Islandia a poner fin a la caza de estos animales. Y la organización afirma que esta práctica está poniendo en riesgo a la industria de observación de ballenas. Pero el potencial de conflicto entre las dos industrias quedó demostrado de manera contundente en 2006, cuando turistas en un barco noruego fueron testigos del momento en que una ballena minke era cazada con arpones.
Compatibles
Pero el comisionado de Islanda para la CBI, Tomas Heidar, afirma que en su país las dos industrias han coexistido exitosamente durante varios años. "No se han comprobado las acusaciones de que la caza de ballenas afecta la observación de los animales", dice el funcionario. "Al contrario, la observación de ballenas ha crecido constantemente en los pasados años después de que reanudamos la caza comercial de los animales en 2006", agrega.
Mientras tanto, los delegados de la CBI acordaron en su reunión en Portugal extender las conversaciones para reformar los programas de caza de ballenas, que comenzaron hace un año. Hasta ahora los países pro y anti caza de ballenas continúan sin poder resolver sus diferencias fundamentales. Y los que se oponen a esta actividad esperan ahora poder utilizar el argumento de los beneficios económicos de la observación de ballenas para convencer a los países de caza -principalmente Japón, Noruega e Islandia- de cambiar de industria.
(BBC / Planeta Azul, 24/06/2009)