Científicos y académicos de España, Brasil, Ecuador y Estados Unidos cerraron viernes (19/06) el foro "Petróleo, Ética e Investigación en Salud", donde se presentó un informe sobre los daños psicosociales causados por los vertidos de petróleo en la Amazonía
El español Carlos Beristain, coordinador del estudio, explicó en una entrevista con Efe que el informe presentado forma parte del peritaje del juicio ambiental que se lleva a cabo en Ecuador contra la petrolera estadounidense Chevron-Texaco. En ese juicio, que dura ya más de 15 años, el Frente de Defensa de la Amazonía, que agrupa a diversas comunidades indígenas de la región, demanda a la empresa una indemnización de 27.000 millones de dólares por supuesto daño ambiental. Según explicó Beristain, el estudio científico, elaborado por académicos de universidades del País Vasco, Barcelona, Madrid y Castilla la Mancha, ayuda a documentar el caso "con una perspectiva mucho más amplia sobre las consecuencias y los impactos".
El estudio analizó los efectos psicosociales de la contaminación, "más allá de la determinación de los niveles de contaminación de los deshechos químicos", efectos que a juicio del experto "normalmente son invisibilizados". En las comunidades indígenas que vivían en la zona antes de que empezaran las explotaciones de petróleo se "produjo un desplazamiento forzado y la pérdida de territorio", además de impactos culturales sobre su forma de vida, afirmó.
Además, recordó que en el caso de Texaco en Ecuador, y en los años en que esa empresa comenzó a operar en la Amazonía, no existió "ningún tipo de garantía, ni consulta, ni estudios de impacto ambiental o comunitario", pese a que el Banco Mundial ya indicaba los pasos a seguir para prevenir muchas de las consecuencias. Con el estudio, realizado en cuatro etnias diferentes y en 140 localizaciones distintas de la Amazonía, "pudimos rescatar cómo fue la vida (de las comunidades) antes de la llegada de la empresa y cuáles fueron las consecuencias que ellos identificaron o no con el impacto del petróleo", explicó el científico. También trabajaron con la población mestiza, que se vio afectada, de acuerdo con el estudio, en sus tierras de cultivo, sus animales domésticos y en casos de enfermedades graves como el cáncer. Una de las conclusiones cuantitativas más destacadas del informe es la relación que se encontró en familias afectadas con enfermedades y la cercanía que sus lugares de residencia tenían con los centros de contaminación. "Vimos que hay más casos (de enfermedades) por familia cuanto más cercanía a los focos" de contaminación, afirmó. Sin embargo, por parte de la empresa estadounidense se mantiene la tesis de que en el área donde trabajó "hay menor incidencia de cáncer que en el resto de Ecuador e incluso que esta enfermedad es todavía menos frecuente en la zona petrolera".
En un comunicado difundido viernes, Texaco señala que los demandantes no han presentado "un solo nombre de enfermo" o una historia clínica en el proceso judicial para probar su acusación y que, incluso, han presentado casos falsos de enfermos de cáncer. Según Beristain, será el juez el que tenga que decidir "cuál es la validez de la información" y sostuvo que la petrolera estadounidense ha rechazado el informe desde su publicación "con argumentos no científicos y descalificaciones muy burdas". Asimismo, expresó que "ya hay otras comunidades que están viendo el estudio como un referente, porque es el único, prácticamente, en el mundo con un enfoque diferente, basado en la experiencia, las percepciones y las consecuencias en la vida de la gente, desde una perspectiva más global". Con la presentación del informe se cerró el foro internacional, en el que se ha debatido sobre la ética de la investigación, la justicia y la integridad ecológica, el petróleo y la salud.
(EFE / Planeta Azul, 19/06/2009)