Integrantes de la campaña nacional mexicana "Sin maíz no hay país" pidieron hoy (13/06) al Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), transparencia en la evaluación de semillas transgénicas. México espera el visto bueno de las autoridades ambientales para iniciar la siembra experimental de maíz transgénico, informó en fecha reciente la secretaría de Agricultura.
Aunque en principio se trata solo de un experimento, el proyecto ha generado la reacción de grupos ambientalistas, los cuales consideran que el grano genéticamente modificado pone en riesgo la biodiversidad del país, denominado la cuna del maíz. De acuerdo con las organizaciones que impulsan la campaña, sus exigencias están encaminadas a que se haga público el proceso de toma de decisiones, que puede afectar al alimento básico de los mexicanos. Según explicaron, el país no soporta más decisiones erróneas y la introducción de maíz transgénico significaría un paso sin retorno y poner en riesgo la alimentación, la salud, la biodiversidad del maíz nacional y la diversidad cultural.
Esta nación ha impulsado en los últimos años la apertura a la siembra de semillas transgénicas, por su resistencia a las plagas, mayor productividad y ahorro de agua y fertilizantes. De acuerdo con el director del SENASICA, Enrique Sánchez, el país prevé tener listos los primeros cultivos para finales del 2009, durante el ciclo otoño-invierno, siempre que se cumplan los requisitos de bioseguridad.
Al menos cuatro proyectos ya fueron aprobados y una veintena más están en proceso de revisión, pero falta el veredicto final de la Secretaría de Medio Ambiente, expresó el funcionario. En marzo de 2008 México, el cuarto mayor productor de maíz del mundo, publicó las reglas de una ley de bioseguridad que abrieron finalmente la puerta a la siembra experimental del nuevo grano. Ante la polémica que siempre despierta ese tipo de cultivos, Sánchez subrayó que los transgenes son reconocidos a nivel mundial como aptos para el consumo.
(Planeta Azul, 13/06/2009)