El Consorcio Agroecológico expresó hoy su preocupación y rechazo frente a la inminente aprobación de un reglamento de bioseguridad agrícola “que permitirá la siembra de semillas transgénicas”. La aprobación de la norma, al amparo de la Ley de Biotecnología Moderna, “generaría graves consecuencias para la agrobiodiversidad del país” advierten las instituciones conformantes de dicha coalición civil.
“La introducción de semillas transgénicas es incompatible en lo económico, social, ambiental y cultural con las políticas de Estado suscritas por el Acuerdo Nacional” y “es deber de los partidos políticos, de los organismos del ejecutivo e instituciones de la sociedad civil intervenir para impedirlo” sostienen. La propuesta tecnológica de los cultivos transgénicos está orientada únicamente a incrementar “las ganancias de empresas transnacionales de semillas, que además patentan nuestros recursos genéticos”.
El Consorcio Agroecológico expresó su alerta en un comunicado frente “a la intensa campaña mediática propiciada por parte de los promotores de los alimentos y cultivos transgénicos” y que coincide con declaraciones del Ministro de Agricultura. La situación “demanda la reacción urgente de los productores conservacionistas de la agrobiodiversidad, productores ecológicos, académicos ambientalistas, estudiantes, consumidores e instituciones de la gastronomía peruana” señala el comunicado.
En lo económico, la difusión de semillas transgénicas no solo refuerza la dependencia tecnológica sino que pone en riesgo el mercado para productos y servicios que emplean a más de 150 mil productores ecológicos, advierten. Por efectos de la polinización e el flujo genético de las semillas transgénicas se contaminaría más de 300 mil hectáreas agrícolas que acarreraría fuertes pérdidas al mercado nacional.
En el 2008 las exportaciones de productos ecológicos ascendió a más de 200 millones de dólares y en el mercado nacional se comercializó más de un millón de soles. Los consumidores de los países desarrollados evitan los productos transgènicos y prefieren consumir los productos ecológicos, que constituyen una valiosa ventaja comparativa para la gran mayoría de agricultores de menos recursos en el país.
En lo social, el fomento de transgénicos socava innumerables iniciativas para garantizar la seguridad y la soberanía alimentaria de familias y comunidades. Se trata de esfuerzos que “diversifican la dieta campesina, cuidan la agrobiodiversidad y revalorizan los cultivos andinos y amazónicos con potencial de mercado, incrementando el empleo agrícola” observan.
En lo ambiental, la iniciativa gobiernista colisionaría con la legislación que protege la biodiversidad y fomenta la agricultura ecológica. Se cita el Convenio sobre la Diversidad Biológica y el Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad, así como la Ley 29196 y el Reglamento técnico para los productos orgánicos, cuyos capítulos VI, X y XI prohíben de forma expresa el uso de semillas transgénicas.
En lo cultural, se ponen en riesgo el cuidado y defensa del patrimonio de biodiversidad e identidad cultural que son fortalezas para la agricultura ecológica, el ecoturismo, el turismo vivencial y la biogastronomía. Los transgénicos pueden afectar el propósito de “consolidar una nación peruana integrada, respetuosa de sus valores, de su patrimonio milenario y de su diversidad étnica y cultural” advierte el consorcio.
La Agricultura Ecológica es la alternativa para superar la pobreza, aportar a la soberanía alimentaria y enfrentar el cambio climático, por lo que su promoción debe ser priorizada.
Solicitan al Presidente del Consejo de Ministros instalar una Mesa de Diálogo de Agricultura Agroecológica para exponer los las razones técnicas de declarar al Perú “País Libre de Transgénicos”. Del mismo modo piden al Congreso de la República aprobar el proyecto de Ley que declara a Perú megadiverso, ecológico y territorio libre de transgénicos.
El consorcio propone crear el Instituto Nacional de Investigación y Capacitación Agroecológica (IINCAE) para promover la investigación agroecológica, incluyendo la biotecnológica no transgénica. Por último, el consorcio demanda que el Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (CEPLAN) priorice la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo de la agricultura ecológica, la biogastronomía y el ecoturismo “como la mejor forma de aprovechar nuestra matriz estratégica de país megadiverso y multicultural”.
Suscriben la nota de prensa la Asociación Nacional de Productores Ecológicos de Perú (ANPE), el Grupo Ecológica, la Red de Agricultura Ecológica del Perú (RAE), la Red de Acción en Agricultura Alternativa (RAAA), la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (ASPEC) y el Slow Food Convivium Lima.
(Servinidi, 28/05/2009)