En la edición Nº 262, con fecha 14 de mayo de 2009, la revista “El Federal”, ha publicado una exclusiva mundial “La Guerra del Glifosato”, donde Monsanto responde por primera vez a las graves acusaciones presentadas por la escritora Francesa Marie-Monique Robin en su libro “El Mundo según Monsanto”. La nota fue escrita por Gustavo Hierro, quien entrevistó en la empresa Monsato, filial Argentina, a Pablo Vaquero, director de Asuntos Corporativos Latino América del Sur y a Federico Ovejero, director de Relaciones Públicas y Gubernamental Latino América Sur.
En primer lugar, se hace un detallado informe sobre el libro “El Mundo según Monsanto” y un reportaje realizado a la escritora Francesa Marie-Monique Robin, “Monsanto engaña a los productores”. Luego da paso a las respuestas de Pablo Vaquero, quien dice: “El herbicida glifosato hoy es un commodity producido por muchas empresas en el mundo, y totalmente seguro para el medio ambiente y para la salud humana y animal”. “Las semillas transgénicas, combinadas con el glifosato y el método de siembra directa son los tres componentes definitorios de un sistema productivo que trajo grandes beneficios al desarrollo agrícola del país”.
Sobre el libro “El Mundo según Monsanto” de Robin, dice Vaquero: “Ella avanza en la decisión para escribir el libro a partir de conversaciones privadas con algunas personas que le hacen preguntas y de buscar en Google, en Internet. Es poco serio. A partir de ahí fabrica esta novela”. La compara con el autor del código Da Vinci. En cuanto a la pregunta si Monsanto piensa irse del país, por rumores que andaban circulando, Vaquero responde: “La empresa acaba de aprobar la inversión de 28 millones de dólares en ampliaciones de plantas en la Argentina. Si esto no es compromiso, ¿el compromiso donde está?, concluye.
En la nota también exponen sus puntos de vista: Lino Baraño de Conabia (Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria), Federico Ovejero, Gastón Fernández Palma, Presidente de Aapresid y el Dr. Guillermo Cal, Director de Casafe. A los que les interesa el tema, les recomiendo leer esta nota efectuada por la revista argentina El Federal en exclusiva mundial, de la cual rescato lo expresado en el reportaje que publican de la escritora y periodista francesa Marie-Monique Robin, que a mi entender lo explica todo:
“Monsanto buscó entrar en Brasil, pero no pudo porque en Brasil había una ley que decía que debía hacerse un debate parlamentario previo para autorizar a los transgénicos. Entonces la empresa buscó al país más débil, y así fue como llegó a la Argentina en el año 95/96, en la gestión Menen, (en Agricultura gestión de Felipe Solá 1996). Es interesante ver cómo en todos los países de América Latina no pudieron entrar los transgénicos en forma inmediata, gracias a la falta de leyes. Excepto, claro, en la Argentina.” Robin, dice la nota, acusa de connivencia, liviandad y una sugerente falta de rigor de los sucesivos Gobiernos argentinos y a sus entes técnicos; por otro lado le remarcan a Robin, la omisión deliberada, que si bien Monsanto lidera las ventas del herbicida en el país con el 35% de la torta local, no es la única empresa que la comercializa en territorio argentino, como tampoco la única de desarrollar variedades biotecnológicas.
(Por Silvia Paglioni, Bahianoticias.com, 20/05/2009)