Los indígenas murunahua en aislamiento voluntario, que habitan en el departamento peruano de Ucayali, fronterizo con Brasil, corren el riesgo de desaparecer si la petrolera estatal colombiana Ecopetrol empieza a explorar y explotar petróleo en el lote asignado por las autoridades del Perú.
Ecopetrol firmó en marzo un acuerdo con la petrolera estatal brasileña Petrobras para operar conjuntamente los lotes 110 y 117, dos de los 18 lotes petroleros en la selva peruana que se superponen con áreas protegidas y reservas indígenas, según la no gubernamental Asociación Peruana para la Conservación de la Naturaleza. “Es posible que Ecopetrol no sepa dónde se mete: Las tierras que han acordado explorar están habitadas por tribus no contactadas. Ecopetrol violará el derecho internacional y atropellará los derechos de los seres más vulnerables del planeta”, dijo Stephen Corry, director de Survival, organización internacional defensora de los derechos de los grupos indígenas.
Según Survival, el lote 110, en el sureste del país, en la frontera con Brasil, “abarca prácticamente toda la superficie de una reserva supuestamente destinada a los indígenas aislados murunahua, que son extremadamente vulnerables a cualquier contacto con foráneos debido a que no tienen inmunidad frente a la enfermedad. Algunos murunahua ya han sido contactados por madereros ilegales y se estima que un 50% de su comunidad murió como resultado”.
En el lote 117, en el nororiente del país, limítrofe con Colombia y Ecuador, habita cerca de un centenar de comunidades nativas, y este territorio ha sido propuesto como reserva para indígenas no contactados. Alberto Pizango, presidente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), que representa a 1,350 comunidades amazónicas, demandó al gobierno respetar los territorios indígenas, ya que el ingreso de las empresas petroleras “no es una opción de vida para las comunidades”. “Por el contrario”, indicó, “la explotación petrolera trae contaminación y muerte de la biodiversidad en estas últimas reservas naturales”. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) exigió a las autoridades peruanas el 14 de abril cumplir con el Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales, que establece que los pueblos indígenas sean debidamente consultados acerca de los proyectos extractivos en sus tierras.
Ecopetrol ha sido acusada en Colombia por la organización ambientalista Amazon Watch “de no tener un compromiso adecuado con la responsabilidad social corporativa” y de “malos manejos de proyectos controversiales dentro de resguardos indígenas”. En el 2007, la Corte Constitucional colombiana ordenó a la empresa suspender exploraciones en el territorio indígena barí, en el nororiental departamento de Norte de Santander. No obstante, ese mismo año el gobierno colombiano autorizó las actividades petroleras dentro de territorio u’wa, en el oriente del país, limítrofe con Venezuela, lo cual es duramente resistido por los indígenas. “Nos tendrán que matar a todos; con que quede uno solo, seguiremos peleando”, han declarado líderes u’wa.
Petrolera canadiense firma un acuerdo para explorar en tierra de indíegenas aislados
Una empresa petrolera canadiense ha firmado un acuerdo con el Gobierno peruano que le permite explorar en tierra habitada por uno de los últimos pueblos indígenas aislados del mundo. La canadiense Petrolifera ha alcanzado un acuerdo para explorar casi 40.000 km2 de una zona remota de Perú donde viven los indígenas aislados cacataibo. Dos organizaciones locales, el Instituto del Bien Común (IBC) y FENACOCA, habían pedido previamente al Gobierno que convirtiera el área en una reserva para los indígenas. Los indígenas cacataibo aislados fueron divididos en dos grupos por una carretera que conecta la remota Amazonia con la capital peruana, Lima. La carretera se construyó en los años 40 y desde entonces se piensa que los dos grupos no han podido volver a encontrarse.
Petrolifera ya dispone de una licencia para trabajar en un territorio cercano donde también viven otros cacataibos sin contacto. Han realizado pruebas sísmicas con dinamita en la zona, y el IBC y FENACOCA han apelado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que los detenga. Pese a ello, el director ejecutivo de Petrolifera, Richard Gusella, ha descrito a la empresa como un “ejemplo a seguir” por las empresas que interactúan con comunidades locales. Según un portavoz de IBC, las pruebas sísmicas de Petrolífera han llevado a un número de avistamientos de indígenas aislados por parte de trabajadores de la empresa.
Fuentes internas a Survival manifestaron hoy: “A pesar de la gran publicidad sobre indígenas aislados en la prensa mundial a lo largo del año pasado, Perú sigue cerrando los ojos a los derechos, vidas y modos de vida de sus ciudadanos más vulnerables.”
(Ecoportal, 13/05/2009)