Se realizó en San Jorge el "Plenario Provincial de Afectados por los Agrotóxicos". La conferencia central fue dictada por el Dr. Raúl Montenegro, presidente de FUNAM. Participaron comunidades afectadas por los plaguicidas de las provincias de Córdoba y Santa Fe quienes relataron sus luchas. Más de 300 personas asistieron al encuentro.
Montenegro consideró que las leyes sobre agroquímicos vigentes en Santa Fe y Córdoba "son medievales" porque solo tienen en cuenta "las dosis letales e ignoran los efectos de las pequeñas dosis sobre la salud".
El presidente de FUNAM consideró que los daños a la salud provocados por las bajas dosis de plaguicidas "entre ellos afectación del sistema hormonal y del sistema inmune" no solamente son ignorados por las leyes vigentes "sino que los ingenieros agrónomos encargados de emitir las llamadas recetas fitosanitarias carecen de formación profesional para proteger la salud de personas expuestas a esas bajas dosis".
El plenario reivindicó la "urgente necesidad de crear por ordenanza zonas de protección alrededor de pueblos y ciudades donde no se aplique ningún tipo de plaguicida". Se alentó además el inicio de acciones de amparo y otras presentaciones judiciales "allí donde los trámites administrativos se agoten y peligre por lo tanto la salud y la vida de las personas".
Córdoba (Argentina), abril 25 de 2009. La Fundación para la defensa del ambiente (FUNAM) participó en San Jorge (provincia de Santa Fe) del "Plenario Provincial de Afectados por los Agrotóxicos". La conferencia central fue dictada por el Dr. Raúl Montenegro, presidente de FUNAM, quien disertó sobre los efectos de las bajas dosis de plaguicidas en la salud humana. Participaron del encuentro comunidades afectadas por los plaguicidas de las provincias de Córdoba y Santa Fe, quienes relataron sus luchas. Más de 300 personas asistieron al encuentro, que fue organizado por Vecinos Autoconvocados de Barrio Urquiza, Autoconvocados de Las Petacas y el Centro de Protección a la Naturaleza (Cepronat) de Santa Fe.
El encuentro fue abierto por el Concejal de San Jorge, Esteban Roglich; Lucas Baima, de Las Petacas y Carlos Manessi, de Santa Fe.
En el inicio disertaron los protagonistas de la exitosa acción de amparo que hizo cesar las pulverizaciones agrícolas en el barrio Urquiza, de San Jorge. Viviana Peralta relató que en octubre de 2008 una máquina mosquito fumigó un cultivo de soja frente a su casa y que la nube de plaguicida afectó a su familia. Llorando describió que su hija apenas podía respirar por efecto del tóxico. Recordó que se dirigió al conductor de la máquina mientras la mitad de su propio rostro estaba adormecida, y le imploró, infructuosamente, que dejara de fumigar. Ante la inacción de la policía y de las autoridades municipales, Viviana Peralta, Patricia Juncos, Alejandro Cabral y otros vecinos presentaron posteriormente una acción de amparo ante la justicia, con el patrocinio de la abogada Gabriela Ferrer, y lograron que no haya más fumigaciones frente al barrio.
Tras informarse a los asistentes que había sido declarado "Huésped de Honor" por el Concejo Deliberante de la ciudad de San Jorge, el Dr. Raúl Montenegro inició su conferencia donde enfatizó que las leyes sobre agroquímicos vigentes en Santa Fe y Córdoba "son medievales" porque solo tienen en cuenta "las dosis letales e ignoran los efectos de las pequeñas dosis de plaguicidas sobre la salud".
El Dr. Raúl Montenegro, que es premio Nóbel Alternativo 2004, consideró que los daños a la salud provocados por las bajas dosis de plaguicidas "entre ellos alteración del sistema hormonal y del sistema inmune" no solamente son ignorados por las leyes vigentes "sino que los ingenieros agrónomos encargados de emitir las llamadas recetas fitosanitarias carecen de formación profesional para proteger la salud de las personas expuestas a esas bajas dosis".
Durante la conferencia detalló "las tres principales vías por las cuales los plaguicidas clorados alteran el sistema hormonal de las personas" y recalcó que cada plaguicida "es en realidad un cóctel de sustancias que genera a su vez un cóctel de contaminantes". Recordó que plaguicidas fosforados como el malatión "se transforman dentro del mismo envase en iso malatión, una sustancia mucho más tóxica que el principio activo". Tras detallar que los plaguicidas ingresan a las personas "por deriva de las aplicaciones aéreas y terrestres, por partículas de suelo contaminado que arrastra el viento, por el agua y por la alimentación con frutas, verduras y carnes que tienen residuos de plaguicidas" sostuvo que otra vía importante "es la transferencia de plaguicidas clorados durante el embarazo, desde los tejidos de la madre a los embriones y fetos, y la lactancia. Como la leche materna tiene más contenido de grasa que la vacuna, es un eficaz vehículo de plaguicidas".
Calificó además de "irresponsables" a los gobiernos provinciales, la nación y los municipios porque "no hacen estudios epidemiológicos en los barrios afectados por pulverización y otras vías de ingreso de plaguicidas. Al no haber estudios epidemiológicos, lo que es inconcebible, sigue la piedra libre para fumigar campos y personas".
El grave daño a la salud provocado por el uso masivo de plaguicidas también se trató desde una perspectiva pediátrica. El Dr. Rodolfo Páramo analizó el caso de los vecinos de Malabrigo, localidad ubicada al norte de la provincia de Santa Fe, quienes "inhalaban permanentemente los residuos contaminados con plaguicidas que descargaban los silos de cereales". Indicó que mientras se desempeñaba al frente del hospital local observó "un dramático aumento de malformaciones severísimas en recién nacidos, incompatibles con la vida" que afectaban principalmente "el neuroeje, desde el cerebro hasta la médula espinal".
Cada vez más localidades le dicen no a la fumigación periurbana .
Al abrir el encuentro, Carlos Manessi, del Cepronat, adelantó que la reunión tenía como objetivo "comenzar a pensar conjuntamente nuevas formas de producción que sean compatibles con la salud de los habitantes y con la preservación del ambiente".
Durante la reunión los vecinos de Desvío Arijón, San Justo y barrio Malvinas de Rosario, todos de la provincia de Santa Fe, y de la ciudad de San Francisco, de Córdoba, describieron sus luchas para detener las fumigaciones aéreas y terrestres que se realizan frente a barrios densamente poblados. También estuvieron presentes vecinos de Las Petacas, quienes lograron la aprobación de una ordenanza municipal que prohíbe la fumigación 800 metros alrededor del pueblo. Lucas Baima, de los Vecinos Autoconvocados de Las Petacas, recordó que la protesta iniciada en esa localidad de Santa Fe "hizo que el país conociera el escándalo de los niños bandera, que guían a las avionetas y máquinas mosquitos y son rociados con peligrosos plaguicidas".
Alicia Rópolo, de San Francisco, relató el logro obtenido en esa ciudad cordobesa y sostuvo que la ordenanza aprobada por la municipalidad y que prohibió en forma total la aplicación de plaguicidas en una franja de 500 metros alrededor de la ciudad "funciona estupendamente" y que los productores "se han adaptado a la prohibición, pues cultivan allí sin aplicar plaguicidas". "Gracias a esa ordenanza volvió la paz a San Francisco y a nosotros no nos da ningún cargo de conciencia, porque ningún productor declaró quiebra desde que rige esta prohibición", indicó Rópolo.
El plenario reivindicó la "urgente necesidad de crear por ordenanza zonas de protección alrededor de pueblos y ciudades donde no se aplique ningún tipo de plaguicida". Se alentó además el inicio de acciones de amparo y otras presentaciones judiciales "allí donde los trámites administrativos se agoten y peligre por lo tanto la salud y la vida de las personas".
Para mayor información contactar a:
Dr. Raúl A. Montenegro
Biólogo, Presidente de FUNAM
Teléfono: 03543-422236
Teléfono celular: 0351-155 125 637
E-mail: raulmontenegro@flash.com.ar
(Biodiversidadla, 27/04/2009)