La situación del Riachuelo, que desde hace décadas es el curso de agua más contaminado de Argentina, es peor que la de hace diez años, a pesar de que en 2006 la Corte Suprema ordenó sanearlo, informa hoy la prensa local
Según un trabajo de la británica Universidad de Exeter cuyos detalles divulgará este lunes (20/04) la organización ecologista Greenpeace, además de no cumplir el fallo del máximo tribunal del país las autoridades tampoco impiden que el Riachuelo siga siendo contaminado. El diario local Crítica, que hoy publicó un adelanto del informe, también remarcó la falta de resultados de un plan de saneamiento lanzado en 1995 y otro puesto en marcha hace nueve años, ambos con financiación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Agregó que del presupuesto destinado a la limpieza de la cuenca Matanza-Riachuelo, que abarca una zona de la capital argentina y 14 municipios de la provincia de Buenos Aires, en 2008 apenas se utilizó el 35 por ciento y "ni un peso" en lo que va de este año. La cuenca tiene 64 kilómetros de extensión y su contaminación afecta a cinco millones de habitantes, entre los cuales casi cuatro de cada diez no tienen agua potable y más de la mitad no posee cloacas, remarcó el periódico.
Cada día el Riachuelo recibe 88.500 metros cúbicos de desechos industriales de más de 4.000 fábricas instaladas en sus márgenes y a esos efluentes químicos se les suman 368.000 metros cúbicos de aguas servidas por día, de las cuales -según datos de la Defensoría del Pueblo de Argentina- sólo el cinco por ciento recibe tratamiento.
En las inmediaciones del río también hay más de un centenar de vertederos de basura a cielo abierto y el agua tiene niveles de mercurio, zinc, plomo y cromo hasta 50 por encima de lo permitido, de acuerdo con diferentes estudios. En febrero pasado Greenpeace tomó muestras de descargas líquidas y sedimentos asociados en cinco puntos de la cuenca y envió ese material al laboratorio de la Universidad de Exeter.
"Los resultados reflejan que las distintas administraciones no han exigido a las empresas que dejen de verter tóxicos en las aguas. Entre los compuestos identificados se encontraron algunos que son cancerígenos, neurotóxicos, que dañan el sistema reproductor, el hígado o los riñones", dijeron a Crítica fuentes de la organización. El periódico determinó que se gastó en "estudios de consultoría" el 57 por ciento de los 500 millones de dólares destinados al Plan de Gestión Ambiental aprobado en 1995 y que concluyó sin haber saneado el Riachuelo en 2002.
Cuatro años después la Corte Suprema dispuso que las autoridades de Buenos Aires y los otros 14 municipios afectados saneen la cuenca del río en un plazo perentorio y en 2008 ordenó la implementación de una política pública concreta. El rompehielos "Arctic Sunrise" de Greenpeace llegó el pasado martes a Buenos Aires para participar esta semana en la campaña "Rescate del Riachuelo", que realiza desde hace años junto a otras organizaciones ecologistas.
(Efe / Planeta Azul, 21/04/2009)