La Escuela Universitaria Politécnica de la Universidad de Sevilla ha ideado unos canales artesanales que aislan las aguas residuales del contacto humano, evitando enfermedades. Una solución posible para los países pobres al margen de las infraestructuras occidentalesEn un mundo donde ocho de cada diez niños mueren por diarrea, las soluciones planteadas por el mundo occidental -tuberías- de poco sirven a los países pobres que padecen esta situación endémica. El grupo de Tratamiento de Aguas Residuales (TAR) de la Escuela Universitaria Politécnica de la Universidad de Sevilla ha ideado un sistema de saneamiento de aguas negras que los ciudadanos pueden construir a cero euros: con sus propias manos y con los materiales que encuentren en su entorno.
El grupo TAR ya ha construido uno de estos sistemas en la Planta Experimental de Carrión de los Céspedes (Sevilla), en Sancti Spiritus (Cuba), en Tarija (Bolivia) y en Serrezuela (Argentina). Estos expertos consideran que la globalización de la ingeniería del agua sólo ofrece dos tipos de soluciones al problema de la insalubridad de este recurso y las enfermedades que provoca: "Tuberías de saneamiento e instalaciones de coste casi infinito para la mayor parte de los países del planeta, o resignación infinita a la diarrea y la malaria".
Batalla contra la diarreaPor eso, el grupo TAR -perteneciente a la Escuela Internacional de Ingeniería del Agua en Andalucía- ha abierto líneas investigadoras en la autoconstrucción del ciclo del agua por los propios ciudadanos y las comunidades interesadas. "Nuestra función como universidad es generar herramientas de conocimiento para la sociedad... pero para la sociedad de los sin grifo, porque no hay libros de ingeniería que no expliquen sistemas que no consuman kilovatios o cementos".
Según Julián Lebrato, director del grupo TAR, la filosofía del mismo se resume en lo denominado como Ingeniería del Agua Posible y su primera conquista ha sido la puesta en marcha de los CAS: Canales Abiertos de Saneamiento. Éstos se conciben como herramienta a disposición de la batalla contra la diarrea en el mundo, que pasa necesariamente por atacar a los microorganismos patógenos que la provocan. "Pero sobre todo, son una alternativa a las tuberías para que los que no puedan comprarlas, sí puedan construir con sus manos y su esfuerzo un canal que evacue razonablemente las aguas residuales del barrio, obteniendo un agua de consumo humano, no potable, sino posible".
Tras dos años desarrollando modelos, prototipos, y ensayos en laboratorio el grupo -compuesto por ocho personas: jóvenes investigadores y alumnos del centro- ya han puesto en funcionamiento con aguas negras un CAS de 60 metros de largo en la planta experimental de Carrión, gestionado por el Centro de Nuevas Tecnologías del Agua de la Consejería de Medio Ambiente. "Estamos arrancando la investigación a escala real, con aguas residuales del municipio, su aplicación, verificando diseños y resultados previos, aprendiendo del canal, de su mantenimiento y mejorándolo continuamente".
Conocimiento robableCon la financiación de distintos organismos como la Agencia Andaluza del Agua, perteneciente a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, el grupo TAR ha elaborado un manual de autoconstrucción y mantenimiento "libre, accesible y 'robable', porque necesitamos que nos lo roben y que lo usen. Que sea fácil de entender, con dibujos para gente que no sepa leer o no sepa español".
El Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, financia la difusión internacional de estos conocimientos para los interesados. Por otro lado, desde hace ocho años, el Complejo Educativo Provincial Blanco White de la Diputación de Sevilla acoge el Máster en Ingeniería del Agua Posible de la Universidad Hispalense, que imparten el grupo TAR a alumnos de hasta 14 países, tanto latinoamericanos, como europeos y africanos.
Un sistema de aireación evita los patógenosLos canales abiertos de saneamiento son zanjas que dejan correr el agua negra sin atascos y sin olores, propiciando un entorno seco donde vivir. Este agua residual es tratada mientras se vehicula por el canal sin salir al exterior mediante drenes de piedra colocados de forma organizada y estratégica, así como sistemas de aireación que oxigenan el agua evitando la aparición patógenos.
De este modo, el agua negra 'se tapa' aislándose del contacto humano y reduciendo considerablemente la posibilidad de contraer enfermedades. El siguiente desafío es tapar con plástico el tramo que se encuentra al aire libre, y aprovechar el oxígeno de las algas, que desinfectan el agua eliminando materia orgánica. Esto permitiría reutilizarlas en piscifactoría o agricultura.
Planta experimental de Carrión de los CéspedesLa Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Medio Ambiente, ha prestado un decidido apoyo tanto tecnológico como institucional al tratamiento de aguas residuales en esta comunidad autónoma. De entre todas sus iniciativas, cabe destacar el impulso dado a las Tecnologías no Convencionales para la depuración de aguas residuales urbanas, cuyo máximo exponente se concreta en el Plan de I+D de Tecnologías no Convencionales (TNC) que se desarrolla desde el año 1987.
Eje fundamental para el desarrollo de dicho plan ha sido la Planta Experimental de Depuración de Aguas Residuales de Carrión de los Céspedes (PECC), gestionada desde 1999 por el Centro de las Nuevas Tecnologías del Agua (Fundación CENTA). Ubicada en el término municipal de Carrión de los Céspedes, la PECC tiene una extensión de 21.000 m² y utiliza parte el agua generada en el propio municipio.
Sus proyectos de investigación, la difusión de sus conocimientos y la transmisión de sus experiencias a otros países de similares características geoclimáticas han convertido a la PECC en un centro experimental único, pionero y de referencia tanto en Europa como en todo el área mediterránea.
Entre sus funciones destaca la de ser un lugar de encuentro y nexo de unión entre la administración pública, la empresa privada y la Universidad. Concretamente con la Hispalense, Agencia Andaluza del Agua firmó un convenio de colaboración a finales de 2007, con una duración de un año, aunque actualmente dicha institución mantiene un seguimiento de todas las actuaciones realizadas mediante el acuerdo. La financiación aportada por la Agencia Andaluza del Agua es de 220.000 euros.
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Universia, 14/04/2009)