Los demandantes ecuatorianos, que acusan a la petrolera estadounidense Chevron-Texaco de presunto daño ambiental en la Amazonía, esperan que el fallo judicial contra la compañía se produzca este mismo año
El abogado ecuatoriano Pablo Fajardo, que patrocina a miles de colonos e indígenas de su país en el caso Texaco, aseguró hoy a Efe que espera que el fallo contra la petrolera se dé antes del próximo año debido a que, según él, hay "mucha información" que confirma el daño ambiental que se le imputa a la petrolera. Fajardo informó que hoy concluyó una fase de inspecciones a las zonas supuestamente afectadas por Texaco, en la Amazonía ecuatoriana, dentro del proceso que se sigue en la Corte de Justicia de la provincia de Sucumbíos, en el norte de la Amazonía del país.
Texaco está demandada al pago de 27.000 millones de dólares por el supuesto daño ambiental dejado entre 1972 y 1995, cuando extrajo crudo en la Amazonía del país sudamericano. Los demandantes acusan a la petrolera de enfermedades causadas por la contaminación, como el cáncer que ha provocado la muerte de colonos de la región, aunque Texaco lo ha rechazado, por considerar que sí efectuó una reparación ambiental de las zonas donde operó.
Además, la petrolera ha recusado los informes periciales que justifican el millonario pago de indemnizaciones y sospecha de una actitud de "fraude" de los demandantes en el proceso. Fajardo sostuvo que existen dos auditorías ambientales, investigaciones oficiales sobre el tema, estudios científicos y evaluaciones independientes que confirmarían los daños ambientales atribuidos a la petrolera.
Además, dijo que se han realizado 55 inspecciones judiciales en zonas donde operó Texaco y aseguró que en todas ellas se han encontrado desechos tóxicos. Fajardo también criticó la posición de Chevron, que ha advertido con recurrir un posible fallo en su contra ante organismos internacionales.
"Entendemos que este argumento es para bajar o aliviar la tensión ante los accionistas de la compañía, pero legalmente las cosas están establecidas y hay un procedimiento; debe haber una resolución de primera instancia y después de ello las partes tienen el derecho a la apelación", recordó el abogado demandante.
Aseguró que el trámite "no puede salirse de la jurisdicción ecuatoriana solo por el deseo o capricho de la otra parte de ir a una instancia internacional". Según él, esa posición demuestra que los abogados de la compañía "sienten que van a perder el juicio, porque hay la prueba suficiente y tratan de atenuar la tensión ante sus accionistas".
Asimismo, Fajardo consideró que el fallo de primera instancia "debe ocurrir en este año. Las cosas van orientándose hacia eso, aunque hay un contrincante que tiene mucho poder y espacio que va a intentar evitar que ello ocurra". "Una vez que tengamos la resolución o sentencia de primera instancia" y si ésta es favorable para los demandantes, "inmediatamente acudiremos a los tribunales de Estados Unidos para que se confisque o se retengan los recursos suficientes que garanticen el cumplimiento o pago de la sentencia", agregó Fajardo.
Después de ello podrían presentarse apelaciones, antes de que la justicia ecuatoriana emita una resolución de última instancia, donde se podrían presentar recursos de casación, lo que podría durar unos dos años. Fajardo confía en que el proceso, que tiene más de diez años de duración, concluya lo más pronto posible, y que sea favorable para los demandantes, para iniciar la reparación de las zonas afectadas "lo antes posible".
"La población afectada no puede seguir en las condiciones que actualmente se encuentran, con la contaminación a cuestas", subrayó Fajardo, que espera que la reparación ambiental comience antes del año 2012.
(Efe / Planeta Azul, 27/03/2009)