Como cierre magistral de la Reunión Internacional ¨Prohibición de Plaguicidas Extremada y Altamente Tóxicos por la Soberanía Alimentaria¨, la jefa de gabinete del Ministerio de Salud, ingeniera Jenny Carrasco, anunció a nombre del titular de la cartera la decisión del gobierno de poner en su agenda la dictación de un decreto que prohíba los plaguicidas clasificados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como extremada y altamente tóxicos.
La reunión, de dos días de duración, fue organizada por la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina (RAP-AL) y el Centro de Estudios e Investigación en Impactos Socioambientales (CEIISA), organización representante de RAP-AL en Bolivia.
¨Los plaguicidas no forman parte de nuestra cultura, fueron introducidos¨, señaló esta autoridad al clausurar el evento que reunió en La Paz a más de 150 personas, entre especialistas internacionales y nacionales, y representantes de organizaciones sociales y campesinas de diversos departamentos del país. Muy emocionada, la funcionaria de gobierno agregó que ¨estos reactivos de la muerte están afectando a los más pobres de nuestro país¨.
Momentos antes se habían presentado en el acto de clausura del evento dos jóvenes de RAP-Sucre, quienes descubrieron y denunciaron recientemente la muerte de 11 trabajadores de ese departamento, quienes se habían alojado en una habitación donde se almacenaban plaguicidas (Nurelle 25 D, Karate y Abonofor). Los afectados murieron durante el sueño, producto de la aspiración de estos agrotóxicos.
Asimismo, Jenny Carrasco felicitó a Tania Santiváñez, directora de CEIISA y coordinadora nacional de RAP-Bolivia, ¨por sus años de lucha contra los plaguicidas¨. La noticia, que corona tantos años de esfuerzos, no sólo fue recibida con aplausos, sino también con profunda emoción por los asistentes. Entre ellos, por los representantes de RAP-AL de México, Cuba, Costa Rica, Panamá, Honduras, República Dominicana, Paraguay, Argentina, Uruguay, Chile, Brasil y Bolivia.
Apertura auspiciosa
Esta reunión internacional se inició el 28 de enero con la presencia de la viceministra de Desarrollo Rural, Recursos Naturales y Medio Ambiente, licenciada Teresa Morales, quien expresó que el gobierno boliviano tenía toda la disposición a comprometerse con las organizaciones sociales para solucionar el problema generado por el uso de agrotóxicos. Destacó que la nueva Constitución Política de la República de Bolivia, recientemente aprobada, reconoce entre los derechos de primera prioridad el derecho a la seguridad alimentaria con soberanía.
En el acto inaugural, luego de la bienvenida de Tania Santiváñez, el coordinador regional de RAP-AL, ingeniero agrónomo Javier Souza, hizo una presentación general del problema. Se refirió a las muertes, a las enfermedades irreversibles y a los graves daños al medio ambiente que producen los agrotóxicos en general y, en particular, los plaguicidas extremada y altamente tóxicos (1a y 1b). Afirmó que esto es evitable, porque “hay alternativas, no vamos a morir de hambre si dejamos de usar plaguicidas”. A la vez, Javier Souza enfatizó que eliminar su uso es, en primer lugar, materia de decisiones políticas.
Los desafíos
En la primera sesión de la jornada se analizaron diferentes aspectos relacionados con la prohibición de plaguicidas. Javier Souza expuso los principales desafíos que deben enfrentar las organizaciones sociales para lograr ese objetivo, lo que implica vencer a las empresas transnacionales que controlan la producción y el comercio de plaguicidas y semillas a nivel mundial. Planteó la necesidad de informar, de convencer a los tomadores de decisiones, de continuar investigando el impacto de los plaguicidas (especialmente en enfermedades crónicas) y, sobre todo, demostrar que hay alternativas agroecológicas.
Por su parte, Mark Davis, de Gestión y Manejo de Plaguicidas de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), quien estuvo presente tanto en la inauguración como en la clausura del evento, presentó una exposición con la postura de este organismo. Sostuvo que según un estudio efectuado en Dinamarca se puede reducir el uso de 70% a 80% de los plaguicidas sin tener pérdidas económicas significativas. Agregó que en algunos casos se pueden eliminar todos los agrotóxicos, pero en el caso de pestes migratorias (langostas, oruga militar, etc.) o de amenazas mayores “hay que seguir usándolos”.
Davis recordó que el consejo de la FAO realizado en noviembre de 2006 recomendó reducir los riesgos en la manipulación y aplicación de plaguicidas -llevando a la práctica el Código de Conducta creado por este organismo-, como también la prohibición progresiva de agrotóxicos de alto riesgo. La FAO ubica en esta categoría a las formulaciones de plaguicidas 1a y 1b -no principios activos-, como también los agrotóxicos con efectos cancerígenos, mutagénicos y reproductivos, y aquellos incluidos en los Convenios Internacionales de Estocolmo (sobre COPs), Rotterdam y Montreal.
A continuación, Fernando Bejarano, de RAPAM/ RAP México, se refirió a la prohibición de plaguicidas en el Convenio de Estocolmo, que en mayo próximo discutirá la inclusión de los plaguicidas lindano y endosulfán en la lista de contaminantes orgánicos persistentes (COPs) que deben ser eliminados del planeta. Asimismo, analizó las principales disposiciones del Convenio de Rótterdam, del Enfoque Estratégico para la Gestión de Productos Químicos a Nivel Internacional (SAICM) y del Código de Conducta de la FAO.
Situación de Bolivia
A través de diversas exposiciones de representantes de instituciones de gobierno, como SENASAG y Contraloría, se entregó una visión de las políticas y acciones tendientes a lograr la prohibición de los plaguicidas extremada y altamente tóxicos en Bolivia, así como de algunos avances en el control y gestión de agrotóxicos.
Por parte de la sociedad civil, Tania Santibáñez se refirió a la Campaña por la Prohibición de Plaguicidas 1a y 1b impulsada por CEIISA en Bolivia. En tanto, Víctor Machaca y Delma Cusicanqui, en representación de los movimientos sociales, expresaron la ausencia de resultados, hasta ese momento, a pesar de todos los esfuerzos desplegados para conseguir que se elimine el uso de los plaguicidas más tóxicos.
Desde el mundo académico, la doctora Margot Franken, de la Unidad de Calidad Ambiental de la Universidad Mayor de San Andrés, expuso evidencias científicas sobre contaminación de endosulfán y metamidofos en la alta cordillera boliviana.
Experiencias exitosas
Representantes de RAP-AL de distintos países dieron a conocer algunas experiencias positivas de eliminación de agrotóxicos. José Restrepo, de RAPALMIRA (RAP-Colombia) hizo una síntesis del proceso de lucha que encabezó esta organización liderada por la ingeniera agrónoma Elsa Nivia hasta lograr la total prohibición del endosulfán en el año 2001. En total, fueron 23 años.
Hebe González, de Alter Vida (RAP-Paraguay), se refirió al proceso que condujo a la prohibición de los plaguicidas metamidofós y monocrotofós. Y más recientemente, a una resolución de julio de 2008 que dejó a los plaguicidas 1a y 1b sujetos a un sistema de venta controlada. Los principales aliados que ha tenido esta organización son funcionarios del Ministerio de Salud.
Fernando Ramírez, de IRET/ RAP-Costa Rica, presentó el caso de la prohibición del monocrotofós y las restricciones para el uso de otros 10 plaguicidas, entre ellos paraquat, endosulfán, carbofurano, metomil y aldicarb, aprobadas entre octubre de 2007 y octubre de 2008.
María Elena Rozas, de Alianza por una Mejor Calidad de Vida (RAP-Chile), expuso el proceso de lucha que permitió lograr la prohibición del lindano para uso sanitario y doméstico en diciembre de 2007, nueve años después que el uso de este plaguicida fue prohibido en la agricultura de ese país.
Raúl Carranza, de CEREB/RAP-Panamá, relató la experiencia de la campaña por la prohibición del lindano y del carbofurano. Hasta ahora sólo se ha conseguido restringir el uso del lindano para niños menores de 2 años, junto con la promesa del Ministerio de Salud de decretar su prohibición el año 2009.
Soberanía Alimentaria
Durante el segundo del encuentro, se analizó el concepto de soberanía alimentaria y se intercambiaron visiones sobre cómo avanzar hacia el pleno ejercicio de este derecho. En esta parte de la reunión se contó con las exposiciones de Danilo Quijano, de PAN para el Mundo, y Javier Souza, de RAP-AL.
Posteriormente, Janet Fuentes, Ivanova Castellón y Magui Mora, de CEIISA, dieron a conocer una valiosa experiencia de trabajo con niños y niñas en una escuela del área rural de Tiquipaya, en el departamento de Cochabamba, donde los estudios convencionales se combinan con educación ambiental y labores de agricultura orgánica. ¨Estamos formando protagonistas de seguridad y soberanía alimentaria¨, destacaron las docentes. Esta fue una de las experiencias que más impactó a los participantes en la reunión y que se intentará reproducir en otros países.
También impresionaron las experiencias realizadas en Cuba sobre alternativas al uso de plaguicidas. La experiencia fue presentada por la catedrática y experta en el tema Nilda Pérez, coordinadora nacional de RAP-AL en ese país. Cuba logró sustituir el 70% de los plaguicidas que se utilizaban en la agricultura aplicando la tecnología de manejo ecológico de plagas, basado principalmente en biodiversidad, manejo agroecológico de suelos y control biológico de plagas.
El programa incluyó otras conferencias y paneles, antes de comenzar un trabajo de talleres que concluyó en un plenario donde se aprobó la siguiente declaración. (Se adjunta).
Fuente: Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas de América Latina (RAP-AL)
-Coordinación Regional
Ing. Javier Souza C.
javierrapal@yahoo.com.ar
-Oficina de Comunicaciones y Administración de RAP-AL.
rap-al@terra.cl
Mas informaciones:
Tania Santivañez
CEIISA, Bolivia.
http://www.ceiisa.org
DECLARACIÓN DE LA PAZ, BOLIVIA
Los participantes en la Reunión Internacional “Prohibición de Plaguicidas Extremada y Altamente Tóxicos por la Soberanía Alimentaria”, campesinos/as, técnicos/as, miembros de ONGs, representantes de instituciones oficiales y estudiantes, entre otros
Expresamos
- El modelo productivo basado en el monocultivo y en el uso de transgénicos lleva a la expulsión de productores y a la intoxicación y muerte de las familias
- La soberanía alimentaria se halla vulnerada tanto en la producción, distribución y acceso a los alimentos, como en la calidad de éstos
- Existen alternativas al uso de plaguicidas que no son químicas, se basan en la nutrición adecuada de los suelos y en la diversidad biológica para el manejo ecológico de plagas
- Se necesita fortalecer a los grupos de trabajo en la campaña contra los plaguicidas 1a y 1b
- Se requiere hacer campañas de información sobre la problemática del uso de los plaguicidas
- Se necesita educar y sensibilizar a los niños sobre la problemática vinculada a los plaguicidas y a la agroecología
- Se debe incluir en los currículos o mallas educativas en las universidades y escuelas técnicas programas específicos de agroecología
- Se requiere socializar experiencias sobre el manejo de cultivos agroecológicos
- Es preciso mostrar y difundir las consecuencias de los agrotóxicos en la salud a través de todos los medios de comunicación, con la finalidad de sensibilizar a productores y consumidores
- Se requiere apoyar la creación y funcionamiento de ferias ecológicas
- Es preciso hacer investigaciones sobre plaguicidas y poseer bases de datos que permitan acceder a información con la cual alimentar las campañas contra los plaguicidas
- Hay que recuperar y valorar las tecnologías apropiadas ancestrales
- Nos asiste el derecho a mantener y enriquecer la diversidad biológica a partir de la recuperación de semillas nativas
- Se requiere control social y municipal para fiscalizar el ingreso y uso de plaguicidas
- Es necesario elaborar leyes y reglamentaciones para apoyar la soberanía alimentaria junto a medidas eficaces para su vigilancia y cumplimiento
- Se requiere mayor involucramiento de las autoridades en el manejo de plaguicidas y recuperación de la soberanía alimentaria
Demandamos
- La prohibición de plaguicidas incluidos en la lista de los 1a y 1b
- El respeto a la decisión de las comunidades de sustentarse con alimentos sanos y de alta calidad
- La promoción y facilidades para la adopción y desarrollo de la agroecología
- Planeamientos estratégicos para la recuperación de saberes ancestrales respecto de la recuparación de la soberanía alimentaria
- Que los gobiernos apoyen técnica y económicamente a los productores ecológicos para reducir la migración y fortalecer la soberanía alimentaria
- Fortalecer el marco normativo que vele por la salud de la población
- El respeto y aplicación de las normativas relacionadas con lo expresado en los convenios internacionales, especialmente acordar un plan nacional de manejo de sustancias químicas de acuerdo a la estrategia internacional para el manejo de sustancias químicas (SAICM)
- La posibilidad de acceder a alimentos sanos producidos en forma ecológica
Nos pronunciamos
En apoyo a la Declaración Común Global de SAICM, elaborada de manera conjunta por PAN, RAP-AL, IPEN y otras organizaciones ciudadanas y hacemos un llamado a las autoridades competentes de Bolivia para que con el apoyo de la FAO se logre eliminar progresivamente los plaguicidas más peligrosos junto con el apoyo a formas de control agroecológico de plagas.
(RAP-AL, La Biodiversidad, 02/03/2009)