Los daños registrados en el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), con una capacidad para transportar unos 450.000 barriles diarios de crudo (bpd), obligaron a paralizar sus operaciones el miércoles y a desplegar un contingente para evitar que el derrame del crudo se extienda. El río Santa Rosa en la selva amazónica se contaminó con unos 14.000 barriles de crudo que se derramaron tras el daño del ducto, despertando la preocupación de los habitantes y autoridades del sector.
Un portavoz del OCP dijo que el bombeo será restablecido en cinco días y que contaban con el stock suficiente para cumplir compromisos de exportación hasta el 5 de marzo. Pero, ahora los trabajos se concentran en evitar que el derrame, uno de los mayores registrados en el país en los últimos años, se expanda hacia otros ríos principales que se alimentan del Santa Rosa.
Margarita Aigaje, una residente de la zona no podía acceder al agua del río que atraviesa cerca de su choza por el derrame de crudo, uno de los más grandes en el país en años. "No sé si este río alguna vez vuelva a estar limpio", dijo Aigaje. "Estamos recolectando agua de lluvia por que ya no podemos tomar del río", agregó.
El portavoz del OCP, Eugenio Naranjo, dijo que el derrame fue contenido y que los equipos trabajan las 24 horas del día para evitar una mayor contaminación. El ducto es utilizado para transportar mayormente crudo pesado de compañías privadas que operan en Ecuador, y que financiaron su construcción, así como una afiliada de la estatal Petroecuador.
Esta es la primera vez que el OCP, que recorre 305 kilómetros desde la Amazonia hasta el puerto de Balao en la costa ecuatoriana, paraliza el transporte del crudo desde que inició sus operaciones en el 2003. El OCP transportaba unos 130.000 bpd al momento en que se registró el daño en la tubería.
Las empresas privadas afectadas por la paralización son la española Repsol-YPF, la brasileña Petrobras, la china Andes Petroleum, la francesa Perenco, que utilizaban el ducto para transportar su producción. El oleoducto estatal, el SOTE, operaba normalmente el jueves, confirmó un portavoz de Petroecuador, pese a que la línea opera junto al OCP. El país andino usualmente enfrenta derrames de crudo en la selva amazónica, en donde se encuentra la infraestructura petrolera, especialmente por rupturas del SOTE.
El mayor derrame se produjo en el 2003 cuando unos 22.000 barriles de crudo se escaparon del SOTE, cuya tubería se extiende en algunos tramos junto a las vías principales sin ninguna protección, lo que la vuelve vulnerable a cualquier daño. Ecuador produce unos 500.000 bpd que extraen casi a partes iguales la estatal Petroecuador y las privadas.
(Reuters,
Planeta Azul, 28/02/2009)