La organización considera vacía la Estrategia presentada por el Gobierno por no proponer una ley con medidas obligatorias09 febrero 2009Imprimir Enviar Escaladores de Greenpeace ponen una mascarilla a un toro de Osborne para "protegerlo" de las emisiones de CO2 de los coches.
Ampliar imagenMadrid, España — Greenpeace entregó el pasado sábado sus comentarios sobre el borrador de Estrategia Española de Movilidad Sostenible, presentado por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM) a consulta pública el 16 de enero(1). La organización lamenta que no contemple una Ley de Movilidad Sostenible. Esta sería la única herramienta que pondría en marcha las medidas recogidas en la Estrategia.
Casi la totalidad de las medidas propuestas en la Estrategia puede ser positiva y es deseable que se ponga en marcha con el objetivo de mejorar la sostenibilidad de la movilidad en España. Sin embargo, si no se materializan estas medidas a través de una Ley de obligado cumplimiento, no habrá ninguna garantía de que se cumplan con la urgencia y la seriedad necesarias para lograr un cambio de paradigma del transporte a tiempo para salvar el clima.
La Agencia Europea de Medio Ambiente ha dejado claro (2) que si las emisiones de CO2 del sector del transporte en la UE-27 hubieran decrecido de igual manera que lo han hecho las de la sociedad en general, ya hubiera podido reducir sus emisiones globales un 14%, en lugar del actual 7,9%.
“En el año de las negociaciones internacionales para lograr un acuerdo en Copenhague sobre cómo reducir aún más las emisiones de CO2 en todo el planeta, es inadmisible que el Gobierno no ponga fecha para una Ley de Movilidad Sostenible, como ha prometido en su último Programa Electoral y como está obligado a hacer según la Ley de Calidad del Aire y Protección de la Atmósfera” ha declarado Sara Pizzinato, la responsable de la campaña de Cambio climático.
La organización reclama más iniciativas dirigidas a la disminución de la demanda de movilidad, uno de los factores fundamentales a la hora de limitar el impacto del transporte sobre el medio ambiente, la salud y la seguridad.
Por otro lado, las medidas fiscales que se plantean tienden sólo a incentivar a los medios más eficientes. No introducen el concepto necesario de “quien contamina paga” ni facilitan el abandono de los medios más contaminantes y menos eficientes.
Greenpeace pide, además, que el actual Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT) no sea la base de desarrollo de las infraestructuras de la Estrategia Española de Movilidad Sostenible, ya que su aplicación implicará un aumento inaceptable de la contaminación y de las emisiones de GEI del sector del transporte español. Esto impediría el cumplimiento de los compromisos internacionales de España en materia de cambio climático.
Entre las medidas que se plantean en la Estrategia se encuentra una de especial interés para Cataluña: la propuesta de limitación de velocidad en las vías de acceso a las grandes ciudades. Greenpeace identifica la reducción de la velocidad de los vehículos como una de las medidas clave para la reducción de las emisiones de GEI y de contaminantes pero esta no se debería aplicar sólo en las vías de acceso a las grandes ciudades sino a toda la red de carreteras española, de forma proporcional. De hecho, la organización ecologista solicita añadir a las medidas, en áreas prioritarias de actuación de la Estrategia Española de Movilidad Sostenible, la reducción de todos los límites de velocidad como medida medioambiental, sanitaria y de seguridad. Además, Greenpeace pide que se introduzca la obligatoriedad del limitador de velocidad en los vehículos para que no puedan superar los límites máximos establecidos. Esta medida no sólo permitiría reducir las emisiones porque se reduce la velocidad, sino que los vehículos también se harían más ligeros y más eficientes al no fabricarse para alcanzar velocidades que ni son legales en la mayoría de los países europeos.
(Greenpeace Espanha, 09/02/2009)