Tanto diplomáticos estadounidenses como funcionarios de la ONU dijeron estar al corriente de los planes de Ban de invitar a Obama y a los líderes de varias decenas de países a una "mini cumbre" sobre el cambio climático, que tendrá lugar previsiblemente a primeros de marzo en Nueva York.
El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, está organizando una cumbre sobre el cambio climático para el mes que viene, donde espera que el nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, confirme el "cambio" en la política medioambiental estadounidense, según fuentes diplomáticas.
Tanto diplomáticos estadounidenses como funcionarios de la ONU dijeron estar al corriente de los planes de Ban de invitar a Obama y a los líderes de varias decenas de países a una "mini cumbre" sobre el cambio climático, que tendrá lugar previsiblemente a primeros de marzo en Nueva York, previa a las conversaciones de alto nivel sobre la crisis financiera internacional que acogerá Londres.
"Este sería el debut de Obama en Naciones Unidas", dijo un diplomático de la ONU bajo condición de anonimato. La cumbre "enviará una señal contundente si (Obama) viene y utiliza la ocasión para demostrar que quiere un cambio, invirtiendo las políticas medioambientales de (su predecesor, George W.) Bush".
Fuentes de la ONU dijeron que Obama todavía tiene que confirmar su asistencia a la cumbre, en la que Ban espera que estén incluidos los "grandes contaminadores", como China, India, Estados Unidos y otras grandes economías. Por su parte, funcionarios estadounidenses indicaron que Obama todavía no ha tomado una decisión sobre su asistencia.
Ban ha manifestado su preocupación por la posibilidad de que la crisis financiera global, que ha golpeado con dureza a los países más ricos del mundo, pueda hacer que los países retiren las inversiones destinadas a la lucha contra el cambio climático.
Por esa razón, según las fuentes diplomáticas mencionadas, el secretario general quiere celebrar la cumbre sobre el clima antes de la cumbre del G-20, integrado por los países más industrializados y las principales economías en vías de desarrollo, que tendrá lugar en Londres el próximo 2 de abril.
Al contrario que el ex presidente Bush, quien rechazó el Protocolo de Kioto, que establece objetivos vinculantes para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, Obama respalda las reducciones obligatorias y ha prometido dirigir el mundo en la lucha contra el cambio climático.
Mirando hacia copenhague
Según funcionarios de la ONU, en la organización mundial se espera que las conversaciones de Copenhague previstas para finales de este año resulten en el establecimiento de un objetivo a largo plazo para reducir las emisiones de dióxido de carbono un 50% para el año 2050. El apoyo y el liderazgo de Obama antes de esa reunión será crucial, apuntaron las mismas fuentes.
"La mini cumbre será una oportunidad para que Obama confirme al mundo que el cambio climático está entre las prioridades de su agenda", afirmó un diplomático europeo. "Necesitamos eso, si queremos que Copenhague suponga un éxito", añadió.
En la cumbre de Copenhague está previsto que se definan metas a corto plazo, probablemente hasta 2020, para que los países desarrollados recorten las emisiones de gases, así como objetivos para que los países en vías de desarrollo reduzcan el incremento de sus emisiones.
Por otro lado, habrá una segunda reunión con más asistentes y más próxima a la cumbre de Copenhague al margen de la Asamblea General de la ONU de septiembre.
Los funcionarios de la ONU expresaron su optimismo en cuanto a que el compromiso de preservar el medioambiente manifestado por Obama no es mera retórica, como ha demostrado al elegir al general retirado James Jones como su consejero de seguridad nacional.
El año pasado, Jones supervisó la creación de un programa para garantizar la energía a Estados Unidos en el futuro, en el Instituto para la Energía del Siglo XXI, un centro de estudios de la Cámara de Comercio estadounidense que Jones ha presidido.
El programa pide una mayor inversión en energías renovables como la eólica, la solar, los desperdicios y los biocombustibles. "Obama ha convertido la energía y el cambio climático en una cuestión de seguridad", dijo uno de los funcionarios. "Eso dice mucho", añadió.
(Ecotícias, 09/02/2009)