Alrededor de 28 millones de personas están expuestas a la contaminación que generan los vehículos usados que provienen de Estados Unidos, situación que se acentuará con la apertura total de la importación de autos de más de 10 años de antigüedad que se dará a partir del año próximo y que según se prevé agravará la salud de la población.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) realiza un monitoreo en las ciudades fronterizas para definir las estrategias que se impulsarán ante la inminente apertura de este mercado.
De acuerdo con información del Instituto Nacional de Ecología (INE) y del Centro Mario Molina, los habitantes de la frontera norte del país respiran contaminantes –bióxido de azufre, partículas suspendidas y ozono– que han sido asociados a enfermedades respiratorias, cardiovasculares y muerte prematura de quienes padecen algún mal severo.
En 2006, el Centro Mario Molina realizó en Ciudad Juárez estudios con equipos de detección remota para obtener información sobre las emisiones de los vehículos que circulan en las ciudades fronterizas y detectó que en promedio los vehículos usados provenientes de Estados Unidos eran 50 por ciento más contaminantes en óxidos de nitrógeno e hidrocarburos y 38 por ciento más en bióxido de carbono. Si los autos fueran más modernos, con convertidores catalíticos y tecnologías más limpias, las emisiones tóxicas serían menores.
En 2009 está prevista la apertura total en la importación de vehículos usados de 10 o más años de antigüedad, por lo que se realiza un monitoreo de las emisiones vehiculares en las ciudades mexicanas de la frontera norte, para a partir de información técnica adoptar medidas de protección a la salud de la población.
En octubre de 2007 se realizó la primera etapa de medición de la contaminación vehicular en Mexicali y Tijuana, Baja California, y se prevé que este monitoreo se extienda a otras ciudades fronterizas.
De acuerdo con el INE, la información que se derive de los estudios permitirá conocer la magnitud de la presencia de los gases, su composición y las características tecnológicas del parque vehicular que circula en las ciudades con presencia significativa de autos usados de procedencia extranjera. También se hará una evaluación de la calidad del aire tras la apertura comercial, para comparar las condiciones con las que había antes de la entrada de los vehículos usados.
La Semarnat prevé que a partir de los resultados de esta información, con las autoridades locales se diseñarán las medidas de control de emisiones vehiculares, así como programas de verificación de autos en las ciudades estudiadas y en otras con características similares.
De acuerdo con el inventario nacional de emisiones de México 1999, el transporte y los vehículos son la principal fuente antropogénica de emisión de óxidos de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles, sustancias precursoras de la formación de ozono. Este sector también contribuye a la emisión de partículas suspendidas y de bióxido de carbono.
Aunque estas emisiones son resultado directo del uso de gasolina y diesel, existen otros factores de los vehículos que son determinantes en la cantidad de contaminantes que generan, como la edad, la tecnología, el uso y el mantenimiento del mismo. Se ha detectado que los automóviles antiguos, con mantenimiento deficiente, sin tecnologías para el control de emisiones y de uso intensivo, generan más emisiones contaminantes a la atmósfera.
(Por Angélica Enciso L., EcoPortal, 03/02/2009)