Las autoridades de Ciudad de México inician programa de racionamiento del recurso debido a la escasez. El suministro de agua sufrirá recortes en la capital mexicana. Es difícil imaginar una ciudad que se inunda por las lluvias, pero que sufre desabastecimiento de agua potable. Eso es lo que tienen que enfrentar los habitantes de Ciudad de México.
Según el gobierno federal, algunas de las presas que almacenan los recursos hídricos están al 65% de su capacidad. ¿La razón? En 2008 hubo menos lluvia en la región donde se ubican estas reservas hídricas. Eso, más el explosivo crecimiento poblacional, la escasez de agua proveniente del subsuelo y las filtraciones, se combinan para que a partir de la próxima semana comience oficialmente el racionamiento del recurso.
Se trata de los primeros cortes de agua programados en la capital mexicana que se extenderán por aproximadamente tres días cada mes durante los primeros meses del año.
Conflicto político
Pero el problema es mucho más complejo. La capital es un terreno electoral en disputa donde entran en conflicto tres fuerzas políticas: el gobierno federal del Partido Acción Nacional (PAN), el gobierno del Estado de México en manos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el gobierno del Distrito Federal liderado por el opositor Partido de la Revolución Democrática (PRD).
¿Crecimiento desmedido, falta de lluvias, descuido de la infraestructura? Así las cosas, el desabastecimiento de agua es un tema muy sensible, particularmente en los meses previos a las elecciones parlamentarias que se realizarán a mediados de este año.
Las autoridades se culpan unas a otras por no haber invertido lo suficiente en mejorar la infraestructura hidráulica porque se trata de obras que son menos visibles a los ojos de los electores. La situación no es nada fácil cuando lo que se requiere son inversiones millonarias.
"Esta es una de las ciudades con más agua por habitante en el mundo, pero un 40% del recurso se pierde debido al mal mantenimiento de los sistemas hidráulicos", expresó a BBC Mundo José Luis Luege, director nacional de la Corporación Nacional del Agua, CONAGUA.
El plan del gobierno federal pretende evitar filtraciones, cambiar el sistema tarifario para que los ciudadanos paguen en relación con su consumo y no una cuenta estimada, además de aplicar un plan de inversiones en infraestructura. "Si no se toman medidas radicales ahora, habrá una crisis grave en un plazo de cinco años", dijo Luege.
¿Alza de tarifas?
Pero según Jorge Legorreta, investigador del Centro de Información del Agua de la Universidad Autónoma Metropolitana, UAM, la solución al desabastecimiento requiere de una política hídrica distinta a la actual. "No se trata de seguir perforando el subsuelo o buscar nuevas fuentes hídricas fuera del la ciudad. Lo que hay que hacer es invertir en sistemas para reutilizar el agua de lluvia, tal como se ha hecho en Suiza o Teherán".
Legorreta dijo a BBC Mundo que algunas empresas privadas podrían estar interesadas en promover la idea de una "crisis del agua" para adjudicarse nuevos proyectos e impulsar un alza en las tarifas que pagan los usuarios.
Más allá de la disputa sobre quién tiene la responsabilidad del desabastecimiento o cuál es la mejor manera de resolver el problema, los sectores que tradicionalmente han estado privados del recurso hídrico en zonas pobres como Iztapalapa o la Sierra de Guadalupe, probablemente seguirán consiguiendo agua en baldes.
(Terra, Ecoportal, 25/01/2009)