Ecologistas en Acción ha manifestado siempre su rechazo a la celebración del Rally Dakar por los numerosos impactos ambientales que ocasiona la celebración de esta competición en los lugares por donde transcurre. El tránsito de más de 800 todoterrenos, además de camiones y motos por recorridos en su mayor parte semivírgenes produce un severo impacto ambiental, directo e indirecto. A la contaminación atmosférica y acústica que producen, se une la erosión del suelo (cada 1.000 km recorridos por uno de esos vehículos fuera de los caminos supone la erosión de una hectárea de suelo), el efecto perturbador producido por ruido y luces sobre la fauna silvestre, etc.
El Rally Dakar ensalza sobre todo la imagen del todoterreno. Un automóvil con una alta capacidad destructiva y unos impactos que, aunque comunes a otros tipos de automóviles, se ven incrementados y concentrados en este tipo de vehículo. Su mayor volumen, gran peso y potencia, supone un mayor consumo de energía y unas mayores emisiones contaminantes, además de resultar más peligroso para el resto de usuarios de la vía pública.
Promocionar este tipo de vehículos vinculando su imagen con la “aventura” y el “descubrimiento” de la naturaleza es de una gran irresponsabilidad y supone un desprecio hacia los principales problemas en los que se encuentra inmersa la humanidad, entre los que destaca el cambio climático y la escasez de combustibles fósiles. Dos problemas a los que el uso injustificado de estos vehículos contribuye en buena medida.
El cambio del modelo de movilidad actual hacia otro que ejerza unas menores presiones sobre el medio ambiente y sea más saludable y beneficioso socialmente, es uno de los retos a conseguir por el ser humano en las próximas décadas para frenar la crisis ambiental y económica. En este sentido, la imagen ofrecida por el Rally Dakar es la opuesta a la que se necesita.
Ecologistas en Acción considera también inaceptable el despilfarro inadmisible y la ostentación hiriente que este tipo de competición representa en un mundo de profundas desigualdades sociales. Conviene recordar que a menudo las ediciones del Rally Dakar se realizan en las áreas más pobres del planeta. Por último, destacar que el Rally Dakar no está exento de un trágico historial: con la reciente muerte del piloto francés en la actual edición ya son 56 el número de personas muertas durante su realización.
(Lagacetadealmeria.com, Ecoticias, 11/01/2009)