El estudio de caso trata una temática aún poco contemplada en el debate crítico sobre el impacto de los cultivos transgénicos: la produción y multiplicación de semillas transgénicas que predominantemente llegan al mercado mundial por los Estados Unidos.
Esta reprodución se está realizando en estados que no aparecen en listas pertinentes de países de cultivos trangénicos comerciales. Sin embargo, allí las empresas transnacionales del sector agrobiotecnológico e institutos de investigación desde hace muchos años experimentan y cultivan sus semillas nuevas de maíz, canola, algodón y soya. Muy poco se conoce sobre las condiciones bajos las cuales esto sucede. Entre los países afectados se encuentran Hawaii, Chile, México, Puerto Rico, Sudafrica y también Costa Rica.
En las regiones rurales de Costa Rica se desarrolló - en gran parte inadvertido por el público – una indústria de multiplicación de semillas transgénicas. Ya en 1991 se sembró por primera vez semillas de soya trangénica en tierras costarricenses. Se trataba de la misma soya con resistencia a la sustancia herbicida de amplio espectro Glifosato, que la empresa estadounidense Monsanto, introdujo luego a la siembra experimental en los Estados Unidos y pocos años después llevó al mercado bajo la marca Roundup Ready. Este „turismo de liberación“ a Costa Rica, es decir, el traslado de labores transgénicas riesgosas, se practica hasta el día de hoy.
Las empresas se especializaban en soya y algodón transgénico, y durante algunos años se liberó también maíz modificado genéticamente. En el país centroamericano, entre 1991 y 2005, participaron en el negocio con la semilla de tecnología genética, un gran número de proprietarios de variedades protegidas, entre ellos se encuentran compañías como Monsanto, Delta & Pine Land, Syngenta, Aventis, Bayer Internacional, así como universidades de Estados Unidos y Europa. Las compañias e institutos agrobiotecnológicos realizan los cultivos allí sin las evaluaciones de riesgo correspondientes y sin controles adecuados, en condiciones que en sus países de origen no serían posibles.
El estudio pretende dar una primera idea sobre los requerimientos para la siembra de este tipo de cultivos en Costa Rica; un país que posee la imagen de un paraíso ecológico y de una democracia estable. Los editores esperan dirigir la atención hacia aquellos países y regiones, en los cuales el sector agrobiotecnológico aprovecha las dependencias políticas, una estructura estatal débil, así como la falta de debate de la sociedad civil. Bajo estas condiciones, prácticamente excluyendo a la población y sin mayores controles, el mencionado sector reproduce con fines comerciales los cuestionados cultivos transgénicos resistentes a herbicidas e insectos.
Contenido:
1. Modelo de exportación agrícola y economía de reproducción transgénica
2. Deficitaria formación de opinión social
3. Investigaciones de la sociedad civil en las regiones de reproducción transgénica
4. Procedimiento PNUMA-GEF en Costa Rica
5. La influencia de los grupos de presión estadounidenses en la política de tecnología genética en Costa Rica
6. La contaminación por el cultivo transgénico y la necesidad de una opinión pública crítica
40 páginas con ejemplos del campo y fotografías de la realidad del cultivo transgénico en Costa Rica.
Autora: Ute Sprenger; Editores: Red Gen-ética (GeN), Servicio del Desarrollo de la Iglesia Luterana (EED), Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina, Costa Rica (RAP-AL) Berlín / Alemania, San José / Costa Rica. Noviembre 2008.
(La Biodiversidad, 06/12/2008)