Entre tanto Ave Imperator y Cónsul Africanus, nos habíamos olvidado del tema del cambio climático. El fin de semana se ha publicado un informe fatal, pues sitúa el comienzo de los problemas, no para el 2100, sino que para el año 2015, o sea en siete años más. ¿Se imaginan lo que significa 250 millones de personas buscando otro lugar para vivir?
En los próximos siete años, 250 millones de personas podrían ser “refugiados ambientales” a consecuencia del cambio climático, debido a las afectaciones que ya resienten las poblaciones, las cuales se manifiestan en sequías, inundaciones y falta de alimentos. (Unam)
Además, dichos desplazamientos ocasionarán climas de violencia y confrontación entre las comunidades, advirtieron expertos de los Servicios Internacionales Reales Unidos (RUSI, por sus siglas en inglés) de Gran Bretaña. De mantenerse el cambio climático fuera de control, surgirán implicaciones sobre la seguridad del tamaño de las ocurridas durante las guerras mundiales, las cuales se prolongarán por siglos. Hasta ahora, las respuestas ante estos riesgos “son lentas e inadecuadas”, sostuvo el analista Nick Mabey, de RUSI, en un documento sobre este tema. Los responsables del ámbito de la seguridad deben prepararse no sólo para reaccionar ante los desafíos en el rubro ocasionados por el cambio climático, sino para formar parte de la solución, agregó.
En entrevista durante su visita a México, donde los analistas Tobias Feakin y Shiloh Fetzek se reunieron con funcionarios de las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena), Relaciones Exteriores (SRE) y Medio Ambiente (Semarnat), explicaron que la seguridad es un tema que trasciende el del cambio climático y los gobiernos deben establecer políticas en ese sentido. Tobias Feakin sostuvo que una manifestación de los efectos del fenómeno ambiental son las inundaciones ocurridas en Tabasco durante 2007, además de que se espera que en otras zonas del territorio nacional haya sequías, impactos en la producción de alimentos y crecimiento de la migración interna.
Dijo que Veracruz, Cancún e Ixtapa están un metro por encima del nivel del mar, y si éste crece por el aumento de la temperatura global, los poblados desaparecerán. Resaltó que en la actualidad el cambio climático se observa solamente como un tema ambiental y económico, pero se debe ampliar la visión para establecer políticas que eviten la confrontación entre los pueblos y en las fronteras, así como para mejorar la comprensión del impacto de este fenómeno ante el número de migrantes que provocará.
El calentamiento global, dijo Shiloh Fetzek, acentúa las dificultades ya existentes, como la pobreza y la marginación. En México –destacó– hay sequías en el norte y huracanes e inundaciones en las costas, y “estos efectos del cambio climático se suman a las problemáticas que ya existen. Por ejemplo en el norte, donde es más complicado vivir por falta de agua o comida, se llega al crimen organizado; la sociedad tiene que optar por otro modo de vida”. Nick Mabey recordó en su análisis que durante el último año, las manifestaciones por falta de alimentos en la ciudad de México y los reclamos de Rusia sobre el territorio Ártico mostraron el cambio climático como un asunto de gran relevancia en la agenda de seguridad.
Agregó que “la brutal realidad de los conflictos que provocan las sequías en África es apenas el primer síntoma de cómo cambia el clima, y las reacciones que se deriven modificarán el contexto estratégico de seguridad de las próximas décadas”. Indicó que el conflicto sobre los recursos naturales, que puede surgir por necesidad o avaricia, “siempre ha formado parte de la sociedad humana”. Las futuras décadas –asentó– verán cómo aumentan la escasez de recursos, la degradación del medio ambiente y una creciente alteración climática, perjudicial a niveles que nunca antes se han visto en la historia de la humanidad.
(Por Manuel Iturriaga, Eco Portal, 11/11/2008)