El Consejo de Estado chino reconoció hoy que el proceso de industrialización del país está dominado por la utilización del carbón como combustible, aunque descartó "cambios sustanciales en un futuro próximo", se señaló en una rueda de prensa sobre cambio climático ofrecida hoy por el Consejo de Estado (Ejecutivo).
En la conferencia, convocada ante la celebración los próximos días 7 y 8 de noviembre en Pekín de la Cumbre sobre el Cambio Climático, organizada por China y Naciones Unidas, el Consejo de Estado reclamó la "importancia y urgencia" de desarrollar medidas para proteger el medioambiente.
"La tarea prioritaria de China en este momento es adaptarse al cambio climático", explicaron fuentes de la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo, citando "el desarrollo económico, la eliminación de la pobreza y la emisión de gases de efecto invernadero" como circunstancias a combatir en este sentido.
El Consejo de Estado chino reconoció que el proceso de industrialización de la cuarta economía del mundo se basa en el carbón, pero recordó que "históricamente" los datos de emisión de dióxido de carbono de China a la atmósfera fueron "muy bajos".
"Entre 1904 y 2004, las emisiones procedentes de combustibles fósiles de China sólo supusieron el 8 por ciento del total mundial, con una tasa de emisión por cápita que se sitúa en la posición 92 por países del mundo", señalaron.
Según los datos del Gobierno chino, el peso del carbón en el consumo primario de energía cayó tres puntos porcentuales en las últimas tres décadas, pasando del 72,2 por ciento de 1980 al 69,4 por ciento de 2007.
Al respecto, la asunción del Plan Nacional contra el Cambio Climático que empezó en 2007 es la herramienta que Pekín esgrimió, con medidas como la limitación de las industrias consumidoras intensivas de energía y la promoción de energías alternativas a las fósiles.
Así, reiteraron la apuesta de China por la energía hidráulica -con el faraónico proyecto de las Tres Gargantas, la mayor presa del mundo- y también por la energía nuclear, puesto que, en el horizonte de 2020, China tiene previsto contar con 40 reactores, desde los 11 actuales.
El Consejo de Estado consideró "clave" el incremento de la investigación y el desarrollo en el campo de la ecología, con especial hincapié en la reducción de la emisión de gases contaminantes a la atmósfera, uno de los mayores problemas del país. China acumula 16 de las 20 ciudades más contaminadas del mundo y es el primer emisor mundial de dióxido de azufre, procedente del carbón y principal causante de la lluvia ácida.
No obstante, las autoridades chinas expresaron la necesidad de luchar contra el cambio climático "como un país con desarrollo responsable", y aseguraron que China trabajará "sin remisión" para contribuir a la sostenibilidad del medio ambiente, "un bien común de la humanidad".
(yahoo.com, EFE, Ecoticias, 29/10/2008)