Pese a las bajas temperaturas, la pérdida de hielo en el polo Norte este año resulta dramática, alertó un estudio difundido hoy en esta capital. Hasta el 14 de septiembre pasado la superficie cubierta de hielo fue de 4,67 millones de kilómetros cuadrados, uno de los valores más bajos desde el inicio de las mediciones en 1979, indicó Julienne Stroeve, de la Universidad de Colorado.
Esa cifra casi alcanza los 4,28 millones de kilómetros cuadrados del 2007, sin que las temperaturas sean tan cálidas como el año pasado, explicó la experta del Centro Nacional de Información de Nieve y Hielo de Estados Unidos (NSIDC). Durante la segunda quincena de septiembre la pérdida de hielo alcanza su punto mínimo, y luego a lo largo del invierno se vuelve a formar hielo, aunque no el suficiente.
En las últimas tres décadas, la superficie total de hielo ha disminuido. Según el estudio, el valor que se alcanzó en septiembre resultó 34 por ciento más bajo que el promedio de los años 1979 al 2000. Los resultados del estudio refuerzan la preocupación sobre los efectos del aumento de la temperatura global en los polos.
Según el NSIDC el derretimiento de los hielos en el verano hace que el agua se caliente más que en el pasado. Los océanos almacenan más el calor que el aire por lo que el deshielo continúa algún tiempo después que el calor del Sol disminuye en el Artico.
(Prensa Latina, 02/10/2008)