El Gobierno francés prepara un nuevo impuesto que debe gravar los productos desechables de plástico con el objetivo de modificar los comportamientos de consumidores e industriales y propiciar prácticas menos dañinas con el medio ambiente.
Según una información revelada hoy por "Le Journal du Dimanche", el ministro de Ecología, Jean-Louis Borloo, ha recibido luz verde del primer ministro, François Fillon, para poner en marcha esta medida, inspirada en otra similar que está en vigor desde hace un año en Bélgica, y conocida como "impuesto pic-nic".
El dispositivo se incorporará al proyecto de ley de presupuestos para 2009 que se presentará a finales de mes. "Se trata de luchar contra el exceso de embalaje y contra el derroche", destacó una fuente conocedora de la iniciativa citada por el dominical, quien añadió que "los consumidores y los industriales deben entender que esos comportamientos van contra el desarrollo sostenible y el respeto del planeta".
Todavía no está definitivamente definida la lista de productos que serán objeto de esta tasa, aunque el departamento de Ecología quiere cubrir un amplio abanico de productos, desde las bolsas de plástico de los supermercados a platos, vasos, mecheros, maquinillas de afeitar o adhesivos, entre otros.
La idea de Borloo es poner en marcha un mecanismo similar a la eco-participación que está en vigor para los productos eléctricos y electrónicos, gravados con un impuesto que sirve para que fabricantes y distribuidores financien la recogida, selección y reciclaje de televisores, ordenadores o teléfonos móviles por ejemplo.
El Ministerio de Economía y Finanzas, por su parte, prepara un sistema de nuevos bonificaciones y gravámenes ecológicos para otras categorías de productos, como neveras, televisores o neumáticos.
(Efe-finanzas.com, Ecoticias, 15/09/20080