La contaminación por plomo es uno de los terribles males que aquejan al mundo. En la actualidad son miles las víctimas que ha cobrado, además, el incremento de las fábricas que utilizan este metal en lugares urbanos aumenta el peligro, sobretodo el de las familias con menores recursos que están más expuestas a padecerlo.
En el Perú, el plomo es uno de los minerales que más ingresos económicos brinda, lugares como Cerro de Pasco, La Oroya, entre otros, son los escogidos por la naturaleza para producir este metal; sin embargo, a pesar de los beneficios que pueda traer, es necesario enfrentarnos con aquellos perjuicios que ya causó y sigue causando.
El plomo es un metal de uso industrial muy difundido, causante de la enfermedad conocida como saturnismo. Ingresa a nuestro organismo mediante la ingestión de alimentos y líquidos contaminados, por inhalación de humos y polvos y por la absorción por vía dérmica.
Los niños pueden ingerirlo, además, por su presencia en otros materiales como es el caso de pinturas con contenido de plomo utilizadas en el recubrimiento de inmuebles y por el combustible que utilizan los buses de transporte público. Las pinturas habitacionales, al descascararse, son transformadas en polvo y pueden ingresar por vía respiratoria, o digestiva, especialmente en niños que se llevan a la boca juguetes que han estado en contacto con el suelo.
Como dice el ingeniero Luis Morante Alvarado, de la ONG Callao:
“El plomo se acumula en la sangre, en los huesos y en células suaves y afecta usualmente tanto al hígado, como a los riñones, al sistema nervioso reduciendo seriamente la capacidad intelectual, y su excesiva inhalación o ingesta produce efectos en el sistema neurológico que se traduce en retardo mental, talla de crecimiento menor a lo estimado como promedio y desórdenes en la actividad diaria de la persona. Aún en pequeñas dosis de absorción de plomo, se puede ocasionar daño al sistema nervioso central a los niños de pequeña edad y los fetos. En personas mayores, el plomo puede ser un factor para tener presión sanguínea alta y consecuentemente problemas cardiácos.”
El Callao es una de las áreas más contaminadas por este mineral en nuestro país. Es común ver la aglomeración de fábricas, como la CORMIN y la PERUBAR, y depósitos de plomo que se sitúan en los alrededores, sobretodo en los lugares de menores recursos económicos, donde la gente ni siquiera tiene dinero para sobrevivir y darle una adecuada alimentación a los niños.
Pero el problema de la contaminación por plomo, no queda solamente en los daños que produce en el organismo humano, sino que este, de acuerdo a recientes descubrimientos epidemiológicos, sería una de las principales causas de la delincuencia y de la adicción a las drogas en nuestro país.
La contaminación por plomo al entrar en el organismo durante la vida fetal o post natal produce cambios celulares, irreversibles que se ven reflejados con el paso de los años. Uno de los últimos efectos descubiertos es el desarrollo de una nueva clase de cáncer del aparato genital femenino detectado en mujeres jóvenes tratadas durante su embarazo. Acerca del otro efecto que produce este mal y que fue recientemente descubierto en Estados Unidos el Dr. Andrei N. Tchernitchin, prosecretario del Colegio Médico de Chile y Presidente de su Comisión de Medio Ambiente amplia la información al respecto:
“Como causa de la absorción de plomo se evidencian cambios morfológicos, bioquímicos y funcionales de las células. Los efectos más graves para la salud humana provocados por plomo, aún a concentraciones bajas, son aquéllos que se presentan de manera diferida, años después de producirse la exposición y que pueden explicar los cambios neuroconductuales que ocurren en la población humana expuesta a plomo, y contribuyen a explicar el aumento de la incidencia de la adicción a drogas. Además, los niveles de plomo en los huesos están directamente correlacio-nados con conductas delictivas, lo cual puede explicar, al menos en parte, el aumen-to de la criminalidad y de la violencia en las grandes urbes que presentan contaminación con plomo. Esto sugiere que al menos parte del aumento de la violencia y de la delincuencia que nos está afectando puede deberse a una causa química”.
Cielito es una niña que a los cinco años estudió en el CEI 119 “Virgen Maria” ubicado en el AA.HH San Juan Bosco de la Provincia Constitucional del Callao. Patrick a esa edad ya no iva a la escuela. Ambos se conocieron cuando sus madres reclamaban ayuda para los niños de plomo, aquellos que sufren en carne propia las inclemencias de la contaminación producida por este mal denominada saturnismo.
En el AA.HH San Juan Bosco, donde vive Cielito, las personas tienen serias dificultades de vida, no sólo por el plomo que desde ya es un grave problema, sino porque viven en extrema pobreza, tanto económica como social. Este hecho, además, se da en la mayoría de los asentamientos humanos del Callao y, por supuesto, en muchos otros colegios cercanos.
De acuerdo a un estudio realizado por Tania Bornaz Villagarcía, psicóloga del Centro Educativo 119 “Virgen Maria”, los niños no se alimentan de manera adecuada, en sus loncheras llevan una comida poco nutritiva y dañina para la salud como son: los chizitos, los caramelos, las galletas, etc; viven, en su mayoría, en casas de material precario las cuales están habitadas por tres familias en promedio; el 80% de los niños vive con uno sólo de sus padres, los casos más comunes son los de las madres adolescentes.
Todas esas necesidades económicas y psicológicas facilitan en las personas el desarrollo de los problemas causados por este metal, cobrando hasta ahora muchas víctimas mortales, sobretodo, niños menores de 6 años y, recientemente descubierto, el aumento en la delincuencia juvenil, la adicción a las drogas y la formación de pandillas de asaltantes. Esto último se hace más notorio en el distrito del Callao, porque las cifras de la delincuencia van en aumento y se vuelven una amenaza social para todo el país. “La hiperactividad causada por plomo en niños es el efecto neuroconductual que predispone al desarrollo de conductas antisociales en la adolescencia”
La inadecuada alimentación de los niños que viven en zonas donde se almacena el plomo, sirve de base principal para la expansión de los daños que este provoca. El plomo ataca principalmente a los niños porque compite con el calcio y el hierro en la nutrición infantil. Se sitúa en el lugar del calcio, y como los niños están en crecimiento absorben el plomo.
Los síntomas que permiten identificar una intoxicación por plomo son: La fatiga, la apatía y síntomas gastrointestinales vagos. Se identifica un mayor grado de intoxicación por plomo cuando existe una fatiga general, dificultad para concentrarse, agotamiento muscular, dolores abdominales o de cabeza, vómitos y pérdida de peso. La continua exposición puede producir un fuerte deterioro en la concentración. Este es el caso de Cielito y de Patrick.
“Las recomendaciones para llevar un control de la contaminación en el organismo indican que el contenido de plomo en la sangre debe ser máximo 10 microgramos por decilitro (mg/dL). Los niños con un contenido de 20 microgramos por decilitro (mg/dL) deben recibir la evaluación de un médico. Los niños que tengan un contenido de plomo de 70 microgramos por decilitro (mg/dL) o más se encuentran en peligro de muerte y deberán ser urgentemente hospitalizados para recibir tratamiento de desintoxicación” (ONG Callao).
Cielito tenía, en ese entonces, 73 microgramos por decilitros (mg/dL)… Patrik tenía 105…
Ella fue la niña símbolo de la contaminación por plomo en el 2003; Él también fue niño símbolo hace unos años …
Ni Cielito, ni Patrick quieren terminar en una pandilla, mucho menos quieren morirse…
Es necesario comprender que la contaminación por plomo es un problema muy cercano, aunque a veces no se le tome la importancia debida. Puede expandirse más que un resfrío, sobretodo donde se le tiene como vecino de cuadra. Además está probado que es parte de las causas del aumento de la delincuencia en el Perú. Para luchar contra ese mal se deberían eliminar las fábricas y almacenes de plomo que funcionan en áreas pobladas, pero esto resulta inviable en el Perú. Sin embargo, si podemos darle una ayuda especial a todos los que han sido afectados.
Una buena alimentación rica en calcio y en hierro protege el cuerpo de la absorción del plomo; la leche, las sopas, el yogurt. También las proteínas como el pescado y los mariscos son beneficiosas para contrarrestarla. Además, se puede dar apoyo psicológico a los niños afectados para evitar conductas antisociales que luego desemboquen en delincuencia, con la finalidad de encaminar esa conducta a actividades que siendo agresivas son socialmente positivas, como el deporte, la música, entre otras.
Las entidades estatales son las más indicadas para tomar cartas en el asunto. No debe permitirse que más niños mueran a causa de este potente y perjudicial veneno o que nuestro país sea un nido de peligrosas bandas delictivas, pudiendo contrarrestar este mal.
(Por Corina Delgado Morales, Foro Ecologico del Peru, Eco Portal, 10/09/2008)