Varios bosques fosilizados descubiertos en minas de carbón en Estados Unidos constituyen las primeras pruebas prehistóricas de cómo las selvas tropicales son destruidas por el calentamiento global. Los seis bosques petrificados datan de hace entre 303 y 309 millones de años, justo al final del periodo carbonífero, cuando el clima terrestre experimentó un período de fuerte calentamiento global. Esto ha permitido a los investigadoes comprobar los efectos del cambio climático sobre un paisaje prehistórico.
Según Howard Falco-Lang, de la Universidad de Bristol, los fósiles encontrados a metros de profundidad en los Estados norteamericanos de Illinois y Kentucky indican que ese paisaje estuvo una vez cubierto de árboles musgosos, helechos, equisetos y otras especies de árboles primitivos hace 309 millones de años.
Una vez producido el calentamiento global, hace 306.5 millones de años, el paisaje sufrió una profunda transformación y los árboles fueron sustituidos por helechos en forma de maleza, según Falcon-Lang. Aquellos bosques primitivos, el mayor de los cuales cubre una superficie de 10.000 hectáreas, tenían una estructura muy similar a la del actual Amazonas, señala el experto británico.
"Se trata de los mayores bosques fosilizados del mundo. Es extraordinario encontrarse un paisaje forestal de tal extensión perfectamente conservado", explica Falcon-Lang. Los bosques quedaron sepultados debido a temblores de tierra y la vegetación se conservó perfectamente bajo los sedimentos. Las pruebas de su existencia pueden verse actualmente en más de quinientas minas.
Falcon-Lang califica de extraordinaria la experiencia de caminar por los túneles de esas minas: "El carbón representa el suelo sobre el que crecía el bosque tropical. Los árboles están en el techo y se ven colgar las raíces". Según el experto, aquellos árboles enormes padecieron un estrés enorme y murieron por culpa del calentamiento global.
"El bosque tropical se colapsó durante ese período de calentamiento extremo. Los árboles musgosos desaparecieron de la noche a la mañana y fueron sustituidos por marañas de helechos. Es lo que puede acabar ocurriéndole al Amazonas", advierte el científico.
(Ecoticias, 10/09/2008)