La Amazonia occidental, que alberga los bosques vírgenes más biodiversos del planeta, muy pronto estarán cubiertos por pozos petroleros y gaseoductos, sostiene el informe “Los proyectos petroleros y gasíferos en la Amazonia occidental: Una amenaza a la tierra virgen, biodiversidad y pueblos indígenas”, publicado el 13 de agosto por la revista científica estadunidense PLoS ONE.
De acuerdo con el estudio, “existen 180 bloques petroleros y gasíferos cubriendo aproximadamente 688,000 km² en la Amazonia occidental. Por lo menos 35 compañías multinacionales de petróleo y gas operan estos bloques”.
Investigadores y científicos de las organizaciones no gubernamentales estadunidenses Save America’s Forests y Land is Life, así como de la Universidad de Duke, rastrearon las actividades hidrocarburíferas en la Amazonia Occidental y elaboraron un mapa integral de gas y petróleo en esa zona. El resultado fue un alarmante número de amenazas a la biodiversidad y a los pueblos indígenas.
“Encontramos que los lotes petroleros y gasíferos se superponen perfectamente con las partes más biodiversas de la Amazonia en las que se encuentran aves, mamíferos y anfibios”, manifestó Clinton Jenkins, de la Universidad de Duke, uno de los autores del informe. “La amenaza a los anfibios es de especial preocupación porque ya es el grupo de vertebrados más amenazado del mundo”.
También se encontró que los lotes están concentrados en la parte más intacta de la Amazonia. Incluso los parques nacionales no están inmunes. Ejemplo de ello es que los lotes de exploración y explotación cubren el Parque Nacional Yasuní en Ecuador, y el Parque Nacional Madidi en Bolivia.
Según Matt Finer, de Save America’s Forests, la situación más preocupante se está produciendo en la Amazonia peruana, donde 64 lotes petroleros y gasíferos abarcan aproximadamente 72% de los 490,000 km² de bosques amazónicos.
A partir del 2003 el Perú lanzó una campaña para impulsar la exploración hidrocarburífera en la Amazonia. Aunque ese tipo de actividades no se pueden desarrollar en parques nacionales, los lotes petroleros y gasíferos se superponen a una serie de zonas protegidas, al igual que tierras indígenas y territorios de pueblos nativos en aislamiento voluntario.
“La forma como se está impulsando el desarrollo petrolero en la Amazonia occidental es una grave violación a los derechos de los pueblos indígenas en la región”, dijo Brian Keane, de Land is Life. “Acuerdos internacionales y legislación interamericana reconocen que los pueblos indígenas tienen derechos sobre sus tierras, y prohíben explícitamente el otorgamiento de concesiones para explotar los recursos naturales en sus territorios sin su consentimiento libre e informado”.
Justamente la protesta de los pueblos indígenas de la selva peruana entre el 9 y el 19 de agosto, que incluyó el bloqueo de carreteras y puentes y la toma de una planta de generación eléctrica, obligó al Congreso a derogar dos decretos legislativos aprobados por el presidente Alan García —haciendo uso de las facultades otorgadas por el Legislativo— que flexibilizaban los requisitos para la venta de tierras indígenas o nativas con el objetivo de promover la inversión privada.
Las normas derogadas forman parte de un conjunto de 99 decretos legislativos para facilitar la implementación del tratado de libre comercio con EEUU, que debe entrar en vigencia el 1 de enero del 2009, y que afectan la propiedad de las tierras de comunidades campesinas, el patrimonio forestal, y la gestión ambiental y del agua.
(Noticias Aliadas, La Biodiversidad, 09/09/2008)