La energía solar puede contribuir enormemente a las necesidades energéticas de dos tercios de la población mundial, incluidos aquellos que viven en zonas remotas, para 2030. Esta es la principal conclusión del informe Solar Generation 2008, publicado hoy por Greenpeace y la Asociación Europea de la Industria Fotovoltaica (EPIA). (1)
“La electricidad solar fotovoltaica tiene el potencial de suministrar energía a unos 4.000 millones de personas para 2030, si hoy se ponen en práctica las medidas políticas adecuadas”, ha declarado Ernesto Macías, presidente de EPIA, coincidiendo con la presentación del informe en una conferencia internacional sobre energía fotovoltaica que se celebra en Valencia. (2)
En su quinta edición, Solar Generation confirma el impresionante crecimiento del sector de la energía solar y demuestra su potencial de llegar a ser un contribuyente global de energía. Para 2030, estima que se habrán instalado más de 1800 GW de sistemas fotovoltaicos en todo el mundo, lo que representa más de 2600 TWh de electricidad producida al año, un 14% de la demanda eléctrica mundial. Esta energía es suficiente para suministrar a 1.300 millones de personas en zonas desarrolladas o a más de 3 mil millones de personas en zonas rurales remotas que actualmente no tienen acceso a la electricidad de red.(3)
”La electricidad solar podría ayudar a reducir hasta 1.600 millones de toneladas de emisiones de CO2 para 2030, equivalente a las emisiones de 450 centrales térmicas de carbón”, ha declarado Sven Teske, experto energético de Greenpeace Internacional y co-autor del estudio. “Combatir el cambio climático requiere una revolución en la forma en que producimos y usamos la energía, la solar es una gran parte de esta solución”.
El escenario Solar Generation también muestra cómo la electricidad solar contribuirá a crear empleos verdes. Actualmente, casi 120.000 personas están empleadas en este sector; la mayoría de los puestos de trabajo, que incluyen la instalación, mantenimiento y venta de sistemas fotovoltaicos, se crean localmente e impulsan las economías locales. En 2020, se espera que unos dos millones de personas estén trabajando en el sector y para 2030, se podría llegar a casi diez millones de personas en todo el mundo.
Actualmente, la mayoría de los sistemas fotovoltaicos instalados se benefician de sistemas de apoyo económico bien diseñados, en particular el mecanismo de apoyo al precio a través de las tarifas eléctricas, que proporciona una remuneración justa al inversor y premia el esfuerzo realizado al invertir en una fuente de energía limpia. La energía solar se está haciendo más viable económicamente y debería ser competitiva en costes con la energía convencional para 2015 en los países del sur de Europa y para 2020 en la mayor parte de Europa. (4)
La futura Directiva europea de fuentes de energía renovable se espera que refuerce el actual marco legal y podría facilitar la aplicación en toda Europa del sistema de apoyo a través de las tarifas eléctricas. “La pelota está ahora en el tejado de los políticos europeos, que pueden aprovechar la oportunidad que presenta esta nueva Directiva para mostrar le liderazgo europeo en el desarrollo de fuentes de energía renovables”, ha concluido Macías.
(Greenpeace, 02/09/2008)