Según han podido conocer Greenpeace y Ecologistes de fuentes bien informadas sobre el incendio ocurrido ayer en la sala de turbinas de la central nuclear de Vandellós-2, en éste intervino un escape de hidrógeno, que en contacto con el oxígeno del aire provocó una deflagración.
Greenpeace y Ecologistes en Acció piden al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que haga un ejercicio de transparencia y publique las causas del incendio y aclare los problemas y fallos ocurridos en el edificio de turbinas de la central nuclear antes del accidente de ayer.
En ese sentido, Ecologistes en Acció y Greenpeace piden al CSN que permita la entrada en la central de observadores independientes para verificar el estado en que han quedado los equipos del interior del edificio siniestrado y para poder apreciar si “el incendio ha sido de pequeñas dimensiones” y “pequeño en extensión", como ha declarado el subdirector general de Emergencias del CSN, Eugenio Gil, a los medios de comunicación.
Igualmente, estos colectivos piden al CSN que haga público un informe con el registro histórico de incidentes y fallos de la turbina de esta central nuclear; de los posibles casos de fugas de hidrógeno que haya podido tener; de los problemas técnicos de los diferentes componentes estructurales de la turbina, etc.
De hecho, en la página web institucional del CSN se puede encontrar una reseña de un suceso notificable de fecha 26 de mayo pasado en la que se reconocen deficiencias con respecto a la resistencia al fuego en el edificio de penetraciones de turbina.
La citada reseña dice literlamente: “Durante una inspección rutinaria, el servicio contraincendios detecta, en el cubículo W-2-5 del Edificio de Penetraciones de Turbina, una penetración sin sellado resistente al fuego. Se declara inoperable la penetración, se procede a realizar el sellado y, mientras tanto, se establece la vigilancia contra incendios que establecen las Especificaciones Técnicas de Funcionamiento. El suceso es de baja relevancia desde el punto de vista de la seguridad.”
Greenpeace y Ecologistes en Acció reiteran su preocupación por la importancia del incidente y recuerdan que los incendios en las turbinas han sido en muchas ocasiones desencadenantes de accidentes graves. Solo hay que recordar el que sufrió en 1989 la vecina central de Vandellós-1, que llevó a su cierre definitivo. En esa ocasión, fue también un incendio en la sala de turbinas la que a punto estuvo de provocar un escape radiactivo al exterior, de no haber sido por una serie de afortunadas circunstancias que, tras hacer temer lo peor, permitieron que pudiera disminuir la enorme presión acumulada en el cajón de su reactor. Ayer, por suerte, tras casi dos horas de luchar contra el fuego, éste pudo declararse extinguido.
(Greenpeace, 25/08/2008)