El 37,05 por ciento del territorio nacional está en riesgo muy alto, alto, o medio de desertificación, según datos del Programa de Acción Nacional de Lucha contra la Desertificación (PAND), del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, publicado hoy en el BOE.

De acuerdo a estos datos, el 74,05 por ciento de la superficie de España --que suman 37.476.605 hectáreas-- son zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, de las que el 2,03 por ciento sufre riesgo muy alto de sufrir procesos de desertificación, el 15,82 por ciento está en riesgo alto, el 19,20 por ciento en riesgo medio y el 36,99 por ciento de ellas está calificado de riesgo bajo. Mientras, el 26,95 por cierto del territorio restante son zonas húmedas y subhúmedas, agua o superficie artificial. Por áreas, las más afectadas por este fenómeno son el sureste y este peninsular y Canarias, y las que presentan un menor riesgo de desertificación son las tierras del tercio norte peninsular.

El Programa de Acción Nacional contra la Desertificación cumple con la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), de la que España es firmante. La estrategia comenzó a elaborarse en 2007 y, tras un proceso de revisión, fue sometido a consulta ante la Comisión Nacional de Protección de la Naturaleza, el Consejo Nacional de Bosques, la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente y el Consejo Asesor de Medio Ambiente, recogiéndose sus aportaciones y sugerencias.

Su objetivo es definir en profundidad las líneas de acción fundamentales contra este fenómeno de deterioro, y analizar los principales factores naturales y humanos causantes de la desertificación y los procesos a los que da pie, tales como la aridez, la sequía, la erosión, los incendios forestales, el uso no sostenible de los recursos hídricos y los factores socioeconómicos.

Asimismo, el PAND señala los principales escenarios de la desertificación como los cultivos leñosos afectados por la erosión, cultivos extensivos de secano con riesgo de erosión, sistemas agro-silvo-pastorales afectados por sobre pastoreo, sistemas agronómicos de regadío sometidos a procesos de desertificación y matorrales degradados y eriales.

PARTICIPACIÓN DE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS
El programa, en el que participarán las comunidades autónomas, servirá de estrategia para promover el desarrollo sostenible en las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas de España, con el fin de prevenir la degradación de la tierra y la desertificación, y facilitará la recuperación de las zonas afectadas.

Esa estrategia está dividida en las distintas esferas temáticas establecidas en la CNUD, realiza el diagnóstico de la desertificación en España mediante el estudio de factores y procesos que inciden en el fenómeno y analiza las políticas sectoriales con influencia en la desertificación, determinando las áreas geográficas con riesgo de desertificación en España y el grado de dicho riesgo.

Además, establece los principios de coordinación de acciones sectoriales para luchar contra ese fenómeno de degradación y define las líneas de acción que deberá desarrollar el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino en la materia proponiendo un marco institucional para su desarrollo a nivel nacional.

La estructura para su desarrollo estará compuesta por el Observatorio de la Desertificación en España (ODE) y la Oficina Técnica de la Desertificación (OTD) e incorporará las aportaciones de las Comunidades Autónomas respecto a los planes, programas y líneas de actuación existentes en materia de desertificación dentro de su ámbito territorial.

(EP, Ecoticias, 20/08/2008)