El calentamiento global de los océanos puede acabar con varias especies marinas. Muchos peces nacen con un sexo u otro en función de la temperatura del agua. Un calentamiento excesivo podría disparar la proporción de machos. El calentamiento global puede aumentar entre un 73 y un 98% la proporción de machos en algunos tipos de peces, lo que podría "comprometer seriamente la supervivencia" de algunas especies, según un estudio elaborado por un equipo de investigadores del Instituto de Ciencias del Mar del Centro Mediterraneo de Investigaciones Marinas y Ambientales, CICMA, que publica la revista Public Library of Science, PLoS ONE.
El estudio revela que un aumento de 1,5 grados centígrados del agua haría aumentar la proporción de machos hasta el 73% en algunas especies cuyo sexo viene determinado por la temperatura. Lo grave es que es algo que ya se da por hecho, según la previsión del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, IPCC.
Pero un aumento de 4 grados, que el IPCC contempla como probable, subiría esa proporción hasta el 98%, y "sólo quedaría un 2% de hembras, lo que compromete seriamente la supervivencia de la especie", según afirma en un comunicado el profesor del CSIC, Francesc Piferrer, que trabaja en el Instituto de Ciencias del Mar, en Barcelona.
Para el trabajo, los científicos estudiaron mediante simulaciones 59 especies de peces en las que se había postulado la determinación del sexo dependiente de la temperatura (TSD). El siguiente paso es determinar si los efectos predichos sobre la proporción de sexos debidos al aumento de temperaturas pueden observarse en poblaciones naturales de distintas especies.
No obstante, según el experto, "ya hay datos de una especie sudamericana, el pejerrey, una de las más sensibles, que sugieren que estos cambios ya se están produciendo en algunas poblaciones naturales".
La temperatura no determina tanto el sexo
Otra conclusión a la que han llegado los científicos es que la temperatura del agua, pese a que en algunas especies influye, no es "un factor tan determinante en la conformación del sexo de muchas de las especies de peces", como se creía hasta ahora. "Hasta ahora se pensaba que en un gran número de especies de peces, igual que en los reptiles, el sexo en los individuos estaba determinado por la temperatura ambiental y no por la información genética", indica Piferrer, que asegura que la "determinación del sexo es predominantemente genotípica". Los autores del estudio sugieren que los patrones de respuesta al aumento de temperatura que se habían dado hasta ahora estaban alterados por las condiciones de vida de los peces en los experimentos de laboratorio.
(rtve.es, ECOticias, 30/07/2008)