La Comisión Europea quiere que se prohíba en la Unión Europea todo comercio de productos derivados de foca que hayan sido obtenidos tras someter a este animal a "métodos de caza crueles", según informó hoy el comisario de Medio Ambiente, Stavros Dimas. Por ello, el Ejecutivo comunitario adoptó este miércoles una propuesta de reglamento para impedir la importación, exportación o tránsito de este tipo de productos en la Unión.
En rueda de prensa, Dimas explicó que han estudiado "con todo detalle" las prácticas empleadas para la caza de la foca y han constatado que con frecuencia se sacrifica a estos animales "de una manera cruel que causa sufrimientos injustificados". Las imágenes difundidas en los medios cada temporada de caza en lugares como Canadá, Groenlandia o Namibia muestran métodos "terribles", aseguró el comisario.
Además, Dimas aseguró que cuentan con el apoyo de un dictamen científico de la autoridad europea de seguridad alimenticia (EFSA) y el respaldo de los ciudadanos que han remitido "miles de cartas" a la Comisión lamentando las prácticas "repugnantes" a las que son sometidas las focas. Así las cosas, Bruselas ha lanzado esta medida para bloquear todo producto derivado de la foca que no haya sido obtenido a través de técnicas de caza que respeten las más altas normas de bienestar animal y garanticen que los animales no sufren inútilmente.
Para ello, la propuesta de la Comisión incluye la implantación de un sistema de certificación en los países en los que se cazan focas que permita la identificación de los productos comercializados que respetan unas reglas estrictas. El procedimiento de certificación está aún por definir, pero Dimas señaló que el Ejecutivo comunitario quiere garantizar que se tratará de una "valoración objetiva".
No obstante, de prosperar la iniciativa de Bruselas --aún debe ser ratificada por el Parlamento Europeo y por el Consejo-- se tratará de una prohibición parcial y no total. La propuesta prevé dos derogaciones: quedarán exentos los productos que cumplan las normas de comercialización y el pueblo esquimal 'inuit', aunque en este caso la exención no será automática. Según adelantó Dimas, el objetivo de la Comisión es que el reglamento esté listo antes de la próxima temporada de caza.
De acuerdo a los datos difundidos por Bruselas, cada año se sacrifican en torno a 900.000 focas para la comercialización de productos derivados --principalmente la piel del animal--, de un total de entre 15 y 16 millones de ejemplares de las 15 especies que se cazan. Un tercio de estos productos pasan o acaban en la Unión Europea y por tanto se verían afectados por la medida. Solo Canadá, Groenlandia y Namibia representan el 60% de la caza anual, aunque también se lleva a cabo en Islandia, Noruega, Rusia, Estados Unidos, Suecia, Finlandia y Reino Unido.
(EP / Ecoticias, 24/07/2008)