La organización ecologista WWF/Adena ha denunciado que casi la quinta parte de la madera que España importó en 2006 "es ilegal", que "inunda el mercado europeo", y que principalmente procede de países como Rusia, Indonesia y China, según informó hoy la institución en un comunicado.
Así, reclama una legislación europea "fuerte" para impedir la entrada de madera de estas características al mercado comunitario, ya que durante 2006, la UE "importó entre 26,5 y 31 millones de metros cúbicos de madera y productos relacionados de origen ilegal, una cantidad equivalente a la totalidad de madera cortada en Polonia durante el mismo año", afirman.
Por zonas geográficas, revelan que el 23 por ciento de la madera y derivados proceden de Europa del Este, el 40 por ciento del Sudeste asiático, el 30 por ciento de América Latina y el 36-56 por ciento de África provenían de fuentes ilegales o sospechosas de serlo. "Cabe destacar que los principales importadores fueron Finlandia, Reino Unido, Alemania e Italia", apuntaron.
"Las talas ilegales bajan artificialmente los precios de la madera, dando como resultado enormes pérdidas para los Estados, las industrias y las comunidades locales. De ahí que se precisen medidas drásticas a escala europea para proteger tanto los bosques que aún quedan en el mundo como nuestro propio futuro", comenta el responsable internacional de Política Forestal de WWF/Adena, Anke Schulmeister.
MAYORES COMERCIALIZADORES
Según la organización, el mayor comercializador es Rusia, con 10,4 millones de metros cúbicos de madera ilegal o sospechosa de serlo, transferidos a la UE en 2006. Casi la mitad de esta madera llega a los mercados europeos a través de Finlandia, donde se transforma en pulpa y papel y se exporta posteriormente a otros países del continente. En segundo lugar, se encuentra Indonesia.
Por otra parte, China se ha convertido recientemente en un actor principal, habiendo triplicado sus exportaciones de madera y papel a la UE entre 2003 y 2006. Se sospecha que el 32 por ciento de éstas exportaciones chinas proceden de fuentes ilegales. A su vez, China importa la mayor proporción de su madera de las llamadas regiones de alto riesgo, como el lejano Este ruso, Sudeste asiático y África, con una elevada probabilidad de origen ilegal.
Por ello, WWF/Adena pide "con urgencia" la promulgación de una legislación específica de los Veintisiete para garantizar que sólo pueda comercializarse en el mercado europeo madera legal. "Los comercializadores tendrían que probar el origen y la legalidad de la madera y cualquier violación debería penalizarse. Se espera que la Comisión Europea proponga una legislación sobre este problema en los próximos meses", concluyen.
(EP, ECOticias, 21/07/2008)